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Luke's POV. 

Había despertado en el mismo sofá donde fui abandonado por Michael la tarde anterior. Arrastré mis piernas -podía jurar que pesaban una tonelada cada una ésta mañana- hasta llegar al baño. Sí mi reloj no mentía eran las 05:32 a.m. lo que significaba suficiente tiempo para bañarme, desayunar, posiblemente volver a dormir unos minutos para ir a la Universidad. Vi mi rostro al espejo, viendo cuán velluda se había puesto mi rostro de la noche a la mañana, observando las bolsas purpura claro que se comenzaban a formar debajo de mis ojos y el camino de lágrimas secas que empezaban dónde las lagañas se amontonaban. Era un desastre hoy. Abrí el grifó invadiendo el sonido del sonoro chorro en la habitación azul, tomando una cantidad entre ambas manos para limpiar mi rostro.

Minutos después había terminado de cepillar mis dientes, rasurar la rubia barba que había comenzado a emanar de mi rostro, y de haber intentado más de 7 veces acomodar la mata de ondulado pelo rubio -en la cuál fallé en cada uno de los intentos- para finalmente dejarla tal y como estaba.

-Puto sofá caga cabello. -me quejé enfrenté del espejo. 

Me deshice de mis ropas -las cuáles había tenido puestas desde hacía casi 24 horas- para entrar a la regadera eléctrica de la cuál yo era dueño.

-mierda. -titirité al sentir el agua fría chocar con uno de mis pies desnudos. Esperando varios minutos hasta el que vapor se hizo presente en el cuarto dejando en evidencia la caliente agua que tomaba el lugar de la anterior.

Podía jurar que Calum había pasado más de una hora en la puerta gritando mi nombre. Y que al ver mi teléfono tendría el buzón repleto con mensajes y llamadas suyas. Joder, no estaba realmente de humor para tratar -cualquiera que fuera el tema- con Calum.

Un toalla envolvía mi cintura al pasearme por mi alcoba en busca de algo de ropa. Bóxeres morados. Perfecto. -reí- skinny jeans rotos. -YAY. -vociferé. Unas Vans azules -o se suponía eso- y por último tomé una camisa gris -que podía jurar que era de un color purpura hace algunos meses- y un beanie negro para encerrar el feo pelo. 

Tomé mi teléfono por primera vez en el día. Cuando comenzó a sonar en mis dedos sin siquiera haberlo desbloqueado. 


llamada entrante: Calum. -Mostraba la pantalla del celular.
Mierda. Dije ignorando el molesto tono de mi teléfono.

Dirigí mi holgazán cuerpo hasta la cocina donde tomé un tazón rojo y una pequeña cuchara de metal -yo amo las cosas pequeñas, como las cucharas pequeñas- pensé jugando con la cuchara uno cuantos centímetros menos grande que las 'normales'  y vertí un poco de hojuelas de maíz y leche. 

-Nutritivo. -dije viendo mi obra de arte terminada. 

Devoré el tazón de hojuelas para dirigirme hasta mi mochila e irme a otro fabuloso día de escuela. Eran las 6:15. podría -bien- caminar lentamente hasta llegar, o caminar como normalmente hacía y detenerse unos instantes en el parque. 

Mi teléfono sonó en una mano mientras la otra la tenía en la perilla de la puerta principal.

llamada entrante: Calum.

Mierda, creo que el nuevo hobbie de Calum sería molestar.
Ignoré la llamada para guardar el teléfono en mi bolsillo trasero como acostumbraba a hacer.Sujetando bien mi mochila con la mano libre y asegurándome de tener llave en bolsillo -sí, aquí están- pensé al sentirlas en el compartimiento de la camisa. 

-Este día no podrá ser peor- susurré antes de abrir la puerta para aventurarme al día de estudio.

Encontrándome a ésta bloqueada por un alta figura -no tan alta como la mía- con sus ojos cafés apuntando a los míos con una cólera notable.

-Con permiso. -dije tratando se pasar por un lado del moreno. 

-Hemmings. -interpuso su brazo impidiéndome la salida de mi casa a la cual entró conmigo cerrando la puerta.

-¿Sí?, comprendo, me fui sin dar una explicación. Pero cree en mí, es lo mejor para nosotros. Sabes, cuando todo se solucione todo volverá a la normalidad. -Argumenté tratando de apaciguar las aguas para poder salir de mi casa. Siendo detenido -de nuevo- por Calum. 

-Necesitamos hablar Luke. -dijo el chico caminando mientras me arrastraba del brazo. 

-Sí, lo sé, pero, ¿podría ser más tarde? tenía planeado ir a la... 

-No, debe ser hoy. -me interrumpió. -¿me dirás que pasó exactamente para que Michael estuviera en un hospital y no nos dijeran nada a Ashton y a mí, o comienzo a sacar mis propias conclusiones? 

-Esto. ¿de qué hablas? -sonreí. 

-Fui al hospital Luke, sé que Michael estuvo ahí durante unos días y tú lo visitaste. -derramaba desesperación en sus ojos. -Bien, puedo ir nuevamente y saber el porqué. Sólo que está vez mantendrás tu palabra y nunca volverás a hablarnos Luke. ¿ok? ¿fui claro? -dijo el moreno, caminando en dirección hacía la puerta. -No te molestes en despedirte de los chicos. -dijo en tonó burlesco. 

Vaya, no había visto a Calum así, desde que Branwell le robó la novia en secundaria. Y no resultó nada bueno de eso, o por lo menos, no resultó nada bueno para Branwell, no pudo usar su 'amiguito' durante un buen tiempo con Jessie. 

-Espera Calum. -corrí hasta donde él se encontraba, sosteniendo la puerta entreabierta. -Te diré todo. A ti y a Ashton. Sólo, necesito saber que no juzgaran. 

Arriesgaba todo, pero valía la pena si eso significaba una probabilidad de no perder a mis amigos, y de recuperar a Michael. Michael, ¿cómo lo dejé ir ayer tan fácil? estuvimos a puntos de tocar nuestros lab..

-Está bien. Te espero en la casa de Ashton. -dijo con el mismo tonó de enojo pero con una diferente mirada, esa mirada que demostraba lo agradecido que estaba. 

Bien puedes acabar peor que antes. -me decía a mi mismo. -Solo, odiado por tus mejores amigos. 

Kittens. /Muke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora