Joon DaeSoo siempre ha sentido curiosidad por la maternidad, luego de una noche de tragos queda embarazada. Contenta con la noticia decide tenerlo usando algunas mentiras de por medio, lo que no esperaba era encontrarse con el padre de ese bebé, Jeo...
Los papeles se habían invertido, JungKook se encontraba más que despierto mientras que DaeSoo combatía con el sueño. Habían colocado una película de terror, el pelinegro miró a la joven madre luchando por no dormirse, sus ojos se cerraban por sí solos estando sentada en el sofá a su lado, sus labios delgados se entreabrieron ligeramente, su cabeza se iba hacia atrás y ella volvía a enderezarse sin mucho éxito. JungKook con mucho cuidado la recostó de su hombro permitiéndole estar mejor, escuchó un suspiro de su parte seguido de una respiración profunda.
—Tengo mucho sueño—susurró arrastrando las palabras.
—Duerme lo que quieras, estaré despierto un rato más.
La castaña abrazó su brazo acomodándose en su regazo, aquel perfume dulce del chico le hizo sonreír un poco. JungKook por otro lado no pudo evitar sentirse como idiota, esa chica le gustaba demasiado.
—Te extrañaré—murmuró Dae somnolienta.
Los hermanos Jeon iban juntos en el autobús luego de otro día más en la escuela, iban a escuelas diferentes ya que por falta de cupo JungKook no pudo ser inscrito en la misma institución que su hermano, el asunto se quedó así, pero en ocasiones se iban juntos a casa o esperaban que sus padres pasaran a recogerlos. Ese día el menor notaba extraño a su hermano mayor.
—Hyung—JungKook tenía trece años mientras que JiHoon tenía dieciséis. La diferencia de tamaño era mucha en ese entonces—¿Te sientes bien?
—Estoy un poco decaído—miró por la ventana—¿Recuerdas que te dije que tenía novia?
—Sí. Dijiste que en el futuro la presentarías en casa—el chico se preocupó de repente— ¿Terminaron?
—Sí. Dijo que necesitamos madurar un poco antes de tener una relación—JiHoon se mostró algo triste—Me gusta mucho, es una chica graciosa y extrovertida, supongo que eso no siempre es lo importante.
—Lo siento.
—¿Por qué? —volteó a ver a su hermano.
—Necesitas a alguien que entienda ese sentimiento, nunca he tenido una novia.
—Algún día aparecerá una chica en tu vida que te alegrará el día con sólo sonreír—indicó. JungKook no podía imaginárselo, ¿Y si esa persona no lo quería? —Cuando tengas el corazón roto podremos comprender al otro, ¿Trato?
El menor sonrió asintiendo.
—Trato.
JungKook tomó su teléfono abriendo la opción de mensajes. Entre sus contactos tocó el nombre que buscaba comenzando a escribir mientras Dae estaba dormida en su hombro.
JungKook: Quiero contarte algo, pero dudo mucho en hacerlo.
JiHoon: ¿Tienes problemas?
JungKook: Diría que sí.
JiHoon: ¿Qué ocurrió?
JungKook: Hyung, ¿Recuerdas la promesa que hicimos hace años cuando terminaste con tu novia?
JiHoon: Eso fue hace muchos años. Tenía dieciséis.
JungKook: Creo que he encontrado a la mujer indicada para mí.
JiHoon: ¿Enserio?
JungKook: Quisiera contarte de esto cuando vuelva de viaje.
JiHoon: ¿Pretendes dejarme con la intriga por tres meses?
JungKook: Sí ^^
JiHoon: ¿Usarás el reloj que te di?
JungKook: Me lo llevaré.
JiHoon: Retomando el tema de antes, quería contarte de eso, justamente sobre esa chica.
JungKook: ¿Enserio?
JiHoon: Me reencontré con ella luego de mucho tiempo. Está diferente, pero al mismo tiempo sigue siendo ella y verla después de tanto me hizo sentir como en ese entonces.
JungKook: ¿Sigues enamorado de ella?
JiHoon: Puedo decirte que me sigue gustando.
JungKook: Así que ambos tenemos problemas en el amor.
JiHoon: Eso creo. Deberíamos invitarlas a una cena, así los cuatro podríamos pasar un rato agradable.
JungKook miró a DaeSoo. ¿Ella rechazaría esa invitación?
JungKook: Lo pensaré.
▪︎▪︎▪︎
Bam se encontraba inquieto esa mañana, sabía que JungKook se iría, el chico había dejado las maletas junto a la puerta revisando que no se le quedara nada. DaeSoo esperaba junto a estas con su bolso en la espalda y una lista en su mano con las cosas que debía hacer por Bam en esos tres meses.
—Creo que no falta nada—JungKook se colocó su gorra mirando el equipaje. Tenía un bolso también en su espalda—NamJoon ya viene en camino.
—Me iré entonces.
—Te pediré un taxi.
—No, está bien—tomó su mano deteniéndolo—Enfócate en tu viaje, si tengo alguna duda sobre Bam te escribiré.
JungKook no quería dejarla.
—Gracias por quedarte tres días aquí.
—Muchas cosas pasan en tres días—insinuó—Recuérdame bien, cuando regreses seré un balón.
—Un balón muy hermoso.
Dae le sacó la lengua terminando en risas. Abrazó al chico rodeando su cuello y éste la rodeó con sus brazos respirando en su cuello, DaeSoo por un momento sintió la necesidad de no soltarlo.
—Come bien, necesitas estar saludable.
—Tú también. Si ocurre cualquier cosa no dudes en escribirme.
—Estaremos bien—respiró su perfume—Buena suerte, Jeon JungKook.
—Buena suerte, Joon DaeSoo.
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