Capítulo 24

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Canción del capítulo: Marshmello ft. Halsey - Be Kind.

Apenas la escuché dije: Es como si JungKook se la cantara a Dae.

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Capítulo 24
Esto no es un juego

JungKook tenía un auto que casi nunca usaba ya que NamJoon solía llevarlo a donde necesitara, las ventanas polarizadas complicaban la vista desde afuera. El pelinegro se detuvo en el estacionamiento de aquella clínica, en todo el camino se mantuvo en silencio junto a DaeSoo, se sentía cierta tensión en el ambiente. El chico recibió un mensaje en su teléfono, HyeWon le había escrito un mensaje.

HyeWon:
Todos están hablando de esto.

Adjunto a eso había un enlace. Al abrirlo se encontraba un artículo de hace pocas horas, había fotos de él discutiendo con NamJoon, respiró profundo chasqueando la lengua. ¿Ese día podía ser peor?, se sentía el doble de molesto al no poder disfrutar la alegría que sentía antes al saber que estaría en el chequeo del bebé. Cuando buscó a la castaña había pensado que vería a los padres de ella, no preguntó tampoco cómo se deshizo de ellos. Si DaeSoo quería establecer límites entonces ese sería el primero, sólo hablarían referente al bebé.

Aunque doliera, se mentalizaría de ello. Debía dejar de ser tan ingenuo.

DaeSoo había notado esa actitud, pero tampoco preguntaría. Todavía su terquedad no la dejaba ver más allá.

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Dae estaba acostada en aquella camilla con una bata que la misma doctora le había dado. JungKook estaba a su lado disimulando el nerviosismo, en silencio fue testigo de cómo revisó a la madre antes de pasar a lo importante, el eco. La doctora aplicó el gel al pequeño aparato que pasearía por el vientre de Dae.

—Ya que tienes cinco meses de gestación, ¿Querrás escuchar el latido de tu bebé, señorita Joon? —volteó a verla—Dijiste que esperarías que el padre del bebé regresara para escucharlo juntos.

JungKook la miró. ¿Dae lo había esperado?

—Pensé que siempre lo escuchabas al venir.

—No, quise esperar tenerte aquí para que fuera más...especial—admitió algo avergonzada sin ser capaz de verlo.

—¿Quieren escucharlo por primera vez?

—Sí—JungKook respondió por ambos. Con eso dicho, la pantalla se encendió y el aparato con el gel comenzó a deslizarse por el vientre de Dae. El enojo había sido sustituido por los nervios, DaeSoo tomó una de las manos del pelinegro estando tan nerviosa como él, JungKook incluso entrelazó sus dedos con ella apretándola.

—Aquí está el bebé—la doctora comenzó a señalarle— ¿Han pensado un nombre para él?

—No. Aún no—respondió Dae ya que JungKook estaba enfocado en la imagen del bebé en la pantalla, le faltaba desarrollarse más, pero podían distinguirse algunas formas, DaeSoo notó como sus ojos brillaban deseando tomarle una foto en ese momento.

—¿Es normal que se mueva siendo tan pequeño aún?

—Algunos bebés pueden moverse más que otros, en este mes es donde suelen comenzar a sentirse más—miró a DaeSoo—¿Se mueve mucho en el día?

—Desde que él regresó siento que se mueve más.

—Eso es porque pueden identificar la voz de sus padres, suelen sentirse mucho más seguros y cómodos cuando los escucha a ambos—sonrió un poco. Tanto JungKook como Dae intercambiaron una mirada pensando lo mismo, el bebé se habrá sentido inquieto con esa discusión—Bien, ¿Listos para escuchar el corazón?

Ambos asintieron. El silencio duró unos pocos minutos ya que en el consultorio se escuchó un latido rápido y constante, la sensación de ambos padres fue inexplicable. DaeSoo no pudo controlar las lágrimas ni siquiera al intentar disimularlas, saber que el bebé respiraba dentro de ella era una cosa, pero escucharlo respirar era otra. JungKook por otro lado tenía ojos llorosos también, una dulce sonrisa se dibujó en sus labios.

—¿Es normal que...se escuche así? —preguntó con voz temblorosa. Dae no soltaba su mano ni él la de ella.

—Totalmente normal, con mi experiencia puedo decirles que este bebé tiene un latido muy fuerte—se sintió conmovida al verlos así. Esa era la parte favorita de su trabajo—¿Quieren que grabe este sonido además de la foto del eco?

—Sí—respondieron al mismo tiempo.

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JungKook no dejaba de ver la foto del eco en sus manos, no dejaba de sonreír tontamente. Dae escribía un mensaje a JiSoo avisándole que todo había salido bien, el pelinegro observó el CD donde la doctora grabó el sonido de los latidos.

—¿Podemos escucharlo una vez más?

Dae volteó a verlo. Dejó el teléfono en su bolsillo asintiendo, JungKook colocó el CD permitiendo que se reprodujera. En el auto se escuchó una vez más aquel corazón que a pesar de ser tan pequeño latía claramente, como si estuviera diciéndoles lo mucho que quería vivir. El momento se volvió emocional cuando DaeSoo fue la primera en sollozar, JungKook apartó las lágrimas sin saber en qué momento comenzó a llorar.

—Lamento mucho que hayas escuchado esa discusión, bebé—susurró ella a su vientre acariciándolo—Lo siento mucho, JungKook—el pelinegro la miró teniendo su nariz roja por los sollozos—No fue tu culpa, es culpa mía por pensar que esto sería sencillo—Dae apenas podía hablar bien—Por primera vez tengo tanto miedo—escuchar los latidos del bebé había hecho clic en ella—No sé que estoy haciendo, soy una tonta, fui una inmadura.

JungKook notó que estaba hiperventilando. Recordó lo que dijo Jin, sobre tener dificultades para respirar. El chico bajó del auto rodeando el vehículo, abrió la puerta en la que se encontraba Dae.

—Oye, mírame—tomó su mano y la otra la colocó en su mejilla. Los ojos hinchados de la chica lo miraron demostrando miedo—Respira profundo, no te alteres, ¿Sí?, respira conmigo. Inhala y exhala.

Obedeció obligándose a mantener la calma. Tal como esa noche en el departamento demostraba una vez más que no podía hacerlo sola.

—Tenías razón, NamJoon tenía razón, todos tienen razón—negó con la cabeza—No estoy lista para ser mamá, esto no es un juego.

—Ya es muy tarde para arrepentirnos—dijo sin ser duro—Lo que dije sobre gustarme es verdad, me gustas mucho, Dae, lamento que sea incómodo para ti, pero me gustas—depositó un beso en su mano agachándose a su lado—No te obligaré a quererme, déjame quedarme, ¿Sí?, estableceremos los límites que quieres.

Dae hizo un puchero, quería llorar otra vez. Abrazó al muchacho sollozando en su hombro, ninguno de los dos se percató que estaban siendo fotografiados.

 Abrazó al muchacho sollozando en su hombro, ninguno de los dos se percató que estaban siendo fotografiados

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La Vida Es Así • JJK (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora