JunMyeon escapó del abrazo de SeHun y se tambaleó contra la pared tratando de calmarse. Intentaba ignorar la demoledora sensación de pérdida que experimentaba.
—¿Te ocurre algo? —respirando profundamente, SeHun resistió un ansia salvaje que le pedía reclamar el cuerpo de JunMyeon como si fuera un hombre de las cavernas.
JunMyeon se sentía avergonzado. Le resultaba imposible mirarlo. «Lo me ocurre está en el baúl del rincón», pensó JunMyeon amargamente. Se preguntó si SeHun se había dado cuenta del terremoto que estaba ocurriendo en su interior.
—No debí haber dejado que ocurriera... —dijo JunMyeon.
—¿Por qué no?
—Porque quiero el divorcio. —gruño JunMyeon—. ¿hable en chino acaso?
—¿Por qué quieres el divorcio? —preguntó SeHun, ágil como un lobo a punto para saltar sobre su presa—. ¿Hay algún otro hombre en tu vida?
La pregunta de SeHun lo sorprendió tanto que casi lo hizo estallar en carcajadas. La cabeza le daba vueltas: el deseo de SeHun de hacer real su matrimonio había pillado a JunMyeon por sorpresa. El beso, aunque breve, había supuesto una sobrecarga para su sistema nervioso.
—Si hubiera algún hombre, eso no sería asunto tuyo SeHun. —dijo JunMyeon.
—¿Estás loco?!... ¡Por supuesto que sería asunto mío! —SeHun le espetó, cambiando sus palabras de terciopelo por otras impregnadas en cólera.
Ésa era justo la provocación que JunMyeon necesitaba. Echando a SeHun a un lado, levantó la tapa del baúl y extrajo de su interior unos cuadernos y álbumes de fotografías. Se dio la vuelta y los lanzó a los pies de SeHun.
—No, No, los chicos que hay en estas páginas sí que son asunto tuyo SeHun... Yo, en cambio no lo soy y nunca lo seré SeHun, ya va siendo hora en que yo viva mi propio camino. —le advirtió JunMyeon con enojo.
El silencio se hizo entre ambos.
—¿Qué es esto? —SeHun hojeó uno de los cuadernos. No quería abrirlo, pero la cobardía no era su estilo y empezó a pasar páginas. Le llamaron la atención los recortes de revistas de chismes, artículos de dominicales, y foto tras foto de él con otros chicos. De repente sintió náuseas de si mismo.
—¿Has estado coleccionando esto?—pregunto SeHun cubriendose la boca para repeler las arcadas que amenzaban su interior gracias a las tonterias que él mismo comentió en estos años.
—Era una estupenda terapia de aversión hacia ti. —JunMyeon cruzó los brazos a la defensiva—. Aveces resulta divertido.
—Nosotros no...No estábamos viviendo juntos. Nunca hemos vivido juntos como verdaderos esposos. —replicó SeHun con su carácter ya de vuelta al verse rodeado de aquellas irrefutables pruebas de sus adulterios—. Pero si te hubiera tenido entonces, no habría necesitado esa clase de entretenimientos. JunMyeon créeme, si te hubiera tendido no habría tenido que recurrir a eso. Me hubiera bastado con tenerte a ti.
«¿Entretenimientos? ¡Piensa en sus amantes como si fueran juguetes! ¡Distracciones agradables para pasar el rato!», pensó JunMyeon. Chanyeol tenía razón: SeHun era un chaebol chapado a la antigua. Un libertino irredento con doble moral que solo buscaba un esposo decorativo
«Es tan típico de SeHun pensar que una persona sólo quiere el divorcio cuando ha encontrado a otro hombre en su vida. Quizá la sinceridad sea la mejor solución».
Desbordado por las emociones y con el sabor de SeHun todavía en sus labios, JunMyeon estaba dispuesto a suavizar las cosas y devolver la normalidad a la situación.

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ENTRE DINASTIAS -SEHO
RomanceEl chaebol (en hangul, 재벌; en hanja, 財閥) es un modelo empresarial basado en grandes conglomerados con presencia en distintos sectores económicos, que se ha desarrollado en Corea del Sur. Las compañías que presentan esta peculiaridad se caracterizan...