"Sög"
He estado viajando con este guardián, aquel sujeto era callado, su actitud era algo seria, pero cuando atacaba de un brazalete emanaban bestias más horridas que las de Ansel, nos había tocado enfrentarnos contra demonios camino a Hel, algunos eran monstruos errantes, despojos apenas con forma, matarlos era complicado, pero no tanto después de tener que atravesar el reino de los caídos.
Sus monstruos reptaban vorazmente a los engendros del infierno, aquellos seres tenían una apariencia semejante a la de un muñeco roto moviéndose en una velocidad vertiginosa y cuyos golpes eran pesados y precisos, otro aliado que tenía era un antiguo caballero cuya arma era la lanza y que ferozmente se aventaba a la batalla, con ora ciega mataba a los demonios que se acercaban cada vez más, era tal su habilidad que con un corte del filo de aquella lanza podía matar a tres demonios sin esfuerzo.
A pesar de estar combatiendo contra aquellas bestias intentábamos lo más posible llegar a Hel, pero cada vez más llegaban más, estando en medio de un bosque lo que se me ocurrió hacer fue quemarlo, dispersando estos bastardos infernales, pero para que ellos murieran bien eché agua bendita al árbol donde inicié el fuego y aquellas llamas empezaron a esparcirse con velocidad, aprovechamos aquella distracción para entrar a la entrada de Hel, ahí donde los que con deshonor murieron según los antiguos nórdicos.
Apenas entramos por este reino aquellos demonios del infierno se dispersaron, escapando despavoridos, pero según el Guardián, eso no era una buena noticia, que si deseaba salir de aquí lo mejor era llegar al palacio profundo, lugar donde vive Hela, hija del dios Loki.
Si el noveno circulo era horrible aquí era peor pues el frío era tan abismal que sentía como mis propias manos dejaron de responder, lo que no sufrí en el noveno circulo lo sufrí aquí, fue tanto dolor y tanto estrés para llegar al palacio, hubo una ocasión donde incluso sentí mis piernas iban a romperse, aquel Guardián me ayudó a avanzar en algunas ocasiones, y en otras me ofrecía un brebaje que me mantenía en calor, fueron estos actos los que me ayudaron a seguir, a pesar de todo seguí adelante, permanecí y seguí únicamente para parar esta guerra, incluso si eso nos cuesta la vida.
Aquí los gritos de los encadenados eran fuertes y aún más profundos el metal helado los laceraba bastante, deslizándose poco a poco entre su piel angustiosos eran aquellos que residían pues sollozaban a Odín salvación y una segunda oportunidad, me acerqué a uno de estos hombres y recuerdo como no sintió miedo pues creyó que yo era Thor por mis pasos y su sonido pesado.
—Alma condenada, cuéntame que sientes y como has parado aquí. ¿Por qué Odín te ha dejado aquí, no era él que a sus hijos aceptaba en su banquete?
—Tú voz... ¿Eres Thor o uno de sus camaradas? —Sus ojos estaban cristalizados, para aminorar el dolor de su alma decidí mentir piadosamente.
—Mi nombre es Utgarda o al menos un fragmento de su alma en pena, cuéntame lo que desees, pues tú y yo estamos en las mismas condiciones.
—Antaño vivía como guerrero, conocí miles de lugares y obtuve riquezas, pero Hela no tuvo piedad, arrebató mi vida entrada la vejez, no tuve la dicha de probar la muerte en la batalla, morir con honor con mis hermanos. Perdí mi honor por culpa de mi cobardía, y ahora desconozco de lo que le haya ocurrido a mis hijos.
—Hijo del hombre, apuesto que fuiste valiente en vida, sobreviviste en el campo de batalla lo que no todos pueden hacer, sufriste los más fieros horrores, y aun así estás aquí, toma mis palabras, a pesar de que tu error menor es.
Toma con orgullo el haber sobrevivido a las batallas más fieras y ríete de tu destino, pues es el guerrero veterano él que representa el peligro en cada combate, y a su vez el que llega a ser más respetado. —Mis palabras aminoraron su dolor, una leve sonrisa en su rostro se formó, a pesar de mentirle de mi identidad, le fui sincero respecto a su suerte, ya que he visto a tantos de mi tribu morir jóvenes, algo que antes de este viaje me daba igual, pero ahora que he visto estos horrores prefiero pensar que mi destino será mejor que lo que sea que encuentre al final.
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La historia del orco comerciante
FantasyEstas son las oscuras odiseas de un orco y su compañero nigromante, cuya labor como comerciantes se ve truncada por la imprudencia de un elfo cultista. Atrapados en esta alianza forzada, deben enfrentarse a seres terribles, desatados de un milenario...