Ciudades perdidas y deseos de salvación.

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"Vuestro oro y vuestra plata se han oxidado, su herrumbre será un testigo contra vosotros y consumirá vuestra carne como fuego. Es en los últimos días que habéis acumulado tesoros"

Santiago 5:3

Fue una vez donde mis hermanos fueron orillados a destruir dos ciudades reduciéndolas a meros escombros y condenando a los pecadores, poco tiempo esto sentó precedentes de lo que la ira de nuestro padre es capaz, los ángeles caídos reclamaron dichas ciudades como suyas, nuestros hermanos vieron estos actos como una perversión total, por ello estas fueron enterradas durante milenios numerosos que hicieron creer al hombre durante un tiempo vertiginoso que esto era una leyenda, que dichas ciudades cuya población y sus pecados rebosantes solo eran una invención para un libro que en ocasiones múltiples fue manipulado por el hombre creyendo que así cambiarían su destino, y ahora ellos ven sus consecuencias.

Milenios viví caminando entre las ciudades crecientes y que terminarían cayendo, convirtiéndose en las ruinas del ayer, fue el clamor de estas ciudades lo que las provocaría a convertirse en una versión más retorcida de las dos originales ciudades condenadas a la destrucción, las almas que me tocaban guiar a su destino sufrían la mayoría de las veces por los pecados cometidos en estas, asesinatos, secuestros y estupro en las partes más bajas de estas, solo mencionando los pecados que mi señor desprecia más, en las partes más altas se concentraba la avaricia, la gula, el hedonismo y la infidelidad, aquel día cuando el humano se condenó así mismo en la espiral de fuego, aquel día en donde el hombre esparciría el veneno de la muerte ardiente, solo así logró esparcir así una forma de retrasar la llegada de la oscuridad, los mejores hombres se resguardaron donde pudieron fuese así en cuevas, en montañas, incluso algunos sobrevivieron en lo profundo de los bosques.

Qué pena de aquellos quienes se resguardaron y resguardaron a su familia, pero sus penas y faltas se llevaron a los centros creados para resguardar a las oscuras figuras y sus ciegos rebaños, aquellos quienes fueron sacrificados en horribles rituales y en experimentos profanos, a la larga la gente de la superficie creó leyendas y tradiciones en torno a estos lugares, en los países invernales del viejo mundo usarían a estos centros como lugares ceremoniales donde los jóvenes tanto chicos y chicas de las tribus pasarían a su adultez, llevando a sus tribus los huesos de los seres yacientes ahí, así como un tesoro en las escasas ocasiones, pero en otros lugares como en los desiertos del oriente estos lugares quedarían vacíos de toda población por razones misteriosas, muchos de los ladrones del desierto frecuentaban estos lugares en busca de los tesoros olvidados por siglos en estos sitios extraños y retorcidos donde el silencio desgarrador yacía como compañero en las expediciones.

Aquellos con suerte encontraban tesoros de civilizaciones antiguas de siglos atrás, fuesen armas, libros o incluso medicinas para males que en el momento hayan afectado, como siento el pesar en mi corazón y la tristeza de ver las almas perdidas en aquel horrible acontecimiento, durante días y noches vagué buscando todas las almas de los muertos y mi trabajo no cesó, jamás cesará pero fueron miles de almas que tuve que registrar y tachar, no me quejo, es parte del libre albedrío de los hombres, supongo que era necesario, pero es trágico que aun así vuelvan los humanos a corromperse, los pocos centros supervivientes llevaron consigo una fe extrema y arreglada por los pocos hombres que conservaron su cordura, aunque solo lo harían por corrupción y poder, ellos llevaron a la humanidad a siglos de caza y persecuciones sin sentido, derramamiento de sangre, su biblia la tergiversaron aún más, se deshicieron de varios pasajes de diversos textos, y ay de aquél que protestara y comentara algo de aquella biblia y alguna incongruencia por su censura o su corte, nacieron de las islas cuyo imperio no conoció limite y que cayó por su ambición y por sus ansias de dominación.

Se extendió por todo el viejo mundo, sus palabras, sus miedos, sus pasiones y sus pecados, tachaban a los hijos de mi padre por culpas pasadas mientras sin darse cuenta que ellos las repetían, sentimos el horror de un odio medieval otra vez, la ignorancia fue diseminada de nuevo pero ahora sin ningún control, su odio y sus ideas siguieron diseminándose fueran donde ellos fueran, su corona de oro los cegó, ayuda de reyes tuvieron tal como en el pasado y al dragón sin saberlo alimentaron, sacrificios sin control siguieron cometiendo, destruían todo vestigio sagrado de las tres religiones cercanas en historia, no es de extrañar entonces por qué empezó el apocalipsis apócrifo en tierras colonizadas que serían el más grave y ultimo error dentro de una larga lista para aquellos quienes a la corona humana sirven más que a la sagrada.

No queda más que ver a quienes guio, ellos son el resultado de estos hombres que con fe y espada en mano predican de guerra y mientras con su fe humillan al otro si es que no lo matan, construyen ciudades que ya no duran, sus pecados lo llevan en la sangre mientras a la antigua romana les prohíben la fe a sus intercesores, a los primeros hijos segregan, aquellos precursores son juzgados de nuevo, pero esto es solo la entrada de una aberración que ellos llaman necesario, el apocalipsis apócrifo se alimenta de los hijos de leviatán que claman su fe ciega.

No pediré a ellos fe ciega, ese es el principal error humano, una adoración sin sentido que solo se alimenta de un fanatismo originado del dolor y mentira, es entonces que mi deber es ayudarlos a caminar esta impura senda con fe en que ellos entrando al tercer circulo vean la verdad y con sus actos se arrepientan de sus errores, pude ayudar al elfo, pero sé que no basta solo con mis poderes, es también su fuerza de voluntad lo que lo hará merecedor de que su alma sea perdonada, Uriel con su llama lo hubiese purificado aunque sé que este es el designio de mi padre al parecer y por eso no desobedeceré sus órdenes, es mi prueba y es el destino de todo ser vivo así como la creación de mi padre lo que está en juego.

En las escrituras apócrifas de estos hombres mencionan a tres personas de corazón puro, aquello que por probabilidad pudo ser cierto, pero de alguna manera se encargaron ellos de impedir que pasara.

Las lágrimas de las mujeres y los niños corren en las aldeas, cada vez más cercanas al fin de su vida, hombres trabajadores y mujeres valerosas serán convertidos y/o devorados por asquerosos ídolos mientras que los niños serán usados en experimentos sacrílegos y solo los más capaces serán aceptados para convertirse en los portadores de la oscuridad, en los impuros señores de la guerra.

Por ello es mi deber el que estos tres mortales puedan arrepentirse de sus acciones, ellos no son los salvadores, ellos no son profetas, ellos no tienen ninguna relación con nosotros, pero si pueden ayudarnos a retrasar esta invasión hasta que el apocalipsis real llegue y podamos salvar a los justos, entonces ellos serán perdonados y vivirán por siempre en la mente de los hombres viendo como sus acciones ayudaron al mundo mientras que ellos yacen en sus respectivos destinos, aunque siempre abiertas nuestras puertas estarán para ellos si así lo desean.

La historia del orco comercianteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora