Vuelta a ti

18

Jackie despertó el sábado por la mañana cruzada en la cama de Mike con las piernas encima de él. Había pasado una noche del demonio y se sentía aún más cansada que cuando se acostó.

- Sal de encima – protestó Mike.

Se levantó de la cama y fue a su habitación para cambiarse y acompañar a su familia al aeropuerto.

A la vuelta el tío de Jackie se sentó en su butaca y puso la tele. Nada más encenderla, vieron la noticia del hallazgo de un cadáver en la zona de Forest Hills.

Eddie es lo primero en que pensó Jackie al ver la noticia.

Imágenes del sueño de ayer comenzaron a venir a su mente, recuerdos horribles que en seguida quiso bloquear.

- Tengo que irme – informó a su familia antes de salir escopeteada por la puerta.

- Jackie, no es seguro – oyó que le grito su tía pero la ignoró.

Debía encontrar a Eddie, asegurarse de que estaba bien.

Fue con la moto hasta la casa de él y la vio rodeada por la policía.

- Mierda – susurró entre dientes.

Todo se estaba complicando por momentos y las sospechas de que lo que había soñado era real, cada vez eran más palpables.

Vio a su tío Wayne y le saludó disimuladamente, intentando no captar la atención de la policía.

Este se acercó sin levantar sospechas hasta ella y la abrazó.

- Wayne, ¿dónde está? ¿Qué ha pasado? – dijo Jackie con el corazón en el puño.

- No lo sé. Llegué y encontré solo el cuerpo de la chica, él no estaba. Pero él no ha sido, ¿lo sabes verdad? Él nunca... - le explicó Wayne alterado, cortándosele la voz al final.

- Lo sé. Él nunca haría algo así. Él es bueno y dulce, pero estoy preocupada por él. Solo deseo que no le haya pasado nada malo – Jackie ya no podía retener más sus lágrimas -. Tengo que encontrarlo Wayne, tengo que salvarlo. La gente es muy cruel y querrán su cabeza sin preguntar qué pasó.

- Lo encontrarás – dijo Wayne intentando consolarla -, estoy convencido. Y cuando lo hagas, tráelo de vuelta para que podamos arreglarlo todo, ¿sí?

Jackie asintió, se despidió y volvió a irse con su moto.

Esta vez lo intentó en el apartamento.

Le pareció ver a Dustin y Max cuando aparcaba la moto, pero ahora no era momento para ellos. Primero debía encontrar a Eddie.

Subió corriendo y abrió la puerta de golpe, pero todo estaba como ella lo había dejado. Los muebles cubiertos con plásticos para que no se ensuciaran, botes de pintura y cientos de pequeños cristales esparcidos por el suelo de las luces rotas.

Nasa más, ni rastro de Eddie.

Aunque había una manera de intentar descubrir que estaba pasando.

Jackie se tumbó en el suelo. Cerró los ojos para relajarse y se dejó llevar.

Esta vez no estaba en el mundo oscuro, apareció directamente en la réplica de Hawkins.

- ¡Henry! – gritó con toda su furia.

Algo sacudió ese mundo y Jackie lo notó.

Estuvo andando sin saber exactamente dónde iba, guiándose solamente por instinto.