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Jackie estaba en la habitación de Max ya que le había pedido si podía prestarle algo de ropa.

- Coge lo que necesites de mi armario.

- Gracias Max.

- Por cierto, tu madre me dio algo para ti – dijo Max dándole la navaja.

- ¿Papá y mamá están en Hawkins? – dijo Jackie con cara de pánico. Se había olvidado completamente que ya llegaban sus padres.

- Menuda es tu madre, casi estrangula al jefe de policía – comentó Max, sacándola de sus pensamientos -. También me dijo que te dijera "que la violencia no es la respuesta, pero que a veces es la mejor manera de hacerte oír".

Jackie apretó la navaja entre sus manos y sonrió por dentro.

- Gracias de nuevo, Max.

Cuando Max salió y la dejó sola en la habitación, miró el reloj de la mesita de noche y vio la fecha, 27 de marzo.

- Feliz puto cumpleaños – se dijo a sí misma en voz alta mirándose la barriga, mientras un par de lágrimas se le escapaban.

A eso se refería el maldito Henry, él lo sabía. Tenía razón en todo.


Max se encontró a Eddie cuando este iba hacia la habitación.

- Oye, tengo una cosa para ti – le paró.

- ¿Para mí? – dijo Eddie sorprendido.

Max sacó la cajita negra y se la dio.

- De parte de Evelyn. Me dijo que no dudes en luchar por lo que quieres.

Eddie abrió la cajita y la cerró de golpe, guardándosela en el bolsillo velozmente.

- Nadie te ha visto con esto, ¿verdad? Sobre todo, Jackie.

- Tranquilo, tu secreto está a salvo – le aseguró Max -. Felicidades, ¿supongo? Realmente creo que hacéis muy buena pareja, sois el uno para el otro.

- Gracias – contestó con una sonrisa incómoda y añadió antes de que Max se alejara -. Pelirroja, dale otra oportunidad a Sinclair. Ese crío sopla los vientos por ti.

Max no le contestó y solamente se volvió a colocar sus auriculares.


Eddie entró en la habitación de Max en busca de Jackie.

- Nena, tu prima... - comenzó a decirle, pero cuando vio que estaba llorando se quedó a media frase – Princesa, ¿por qué lloras?

- No es nada – le contestó ella, limpiándose la cara -. Demasiadas emociones en un día.

- ¿Seguro? – repitió sin acabar de creerse su respuesta – Sé que todo esto es un caos. Y no puedo ni imaginarme todo lo que debes estar sintiendo, entiendo que tengas miedo qué se descubra todo.

- ¿Yo? – dijo Jackie riéndose, el mundo se iba a la mierda y por lo único que se preocupaba él era de su bienestar – Ay, Eddie. Eres la persona más dulce que conozco. Estoy bien, todos estamos bajo mucho estrés.

Eddie la abrazó y Jackie se puso de puntillas para besarlo.

- Tu prima quiere hablar con todos – le informó Eddie.

- Vale. Me cambio y vengo.

Jackie no tenía ganas de oír lo que tenía que decir Nancy, puesto que ya lo había visto. Incluso la parte en la que Henry le había explicado a Nancy quien era realmente su prima.

Vuelta a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora