Vuelta a ti

26

Mientras tanto, aparcados aún en el prado. Eddie, Nancy y los demás seguían discutiendo ideas para derrotar a Henry/Uno/Vecna.

- Bueno, parece que tenemos un plan – dijo Nancy finalmente, pero su voz no denotaba esperanza alguna -. Hay que prepararse.

Eddie no dijo nada en todo el rato, solamente aceptó todo lo que le propusieron sin quejarse. Su mente solo estaba en una cosa, tenía que recuperar a Jackie. Aunque tuviera que ir solo.

A Dustin y a él les tocó encargarse de fabricar escudos y estaban usando tapas de basura clavándoles unos clavos.

Eddie picaba cada clavo con fuerza y en silencio, algo raro en él.

- Estás muy callado – observó Dustin mientras se encargaba de su escudo.

- Lo siento colega – se disculpó intentando sonreír.

- Lo entiendo, piensas en ella – dijo Dustin sin mirarle -. Yo también. No creo que se haya ido porqué sí. Jackie no es así, ella jamás nos traicionaría.

Eddie miró a Dustin. Creía que no le miraba para no incomodarle, pero en realidad lo único que pretendía su pequeño amigo era ocultar su propio dolor.

- No, no lo haría – contestó él en un intento de animarle -. Pero es tan tonta como para arriesgarse ella sola si con eso cree que nos puede salvar a los demás. Y eso es lo que me da más miedo, amigo – confesó Eddie siguiendo con la tarea de clavar clavos, mirando de tanto en cuanto para asegurarse de que nadie les escuchaba -. Por eso tengo que ir a buscarla.

Dustin dejó de picar y se quedó mirándolo con temor, ¿él también los dejaría?

- Dustin, no me mires así. No os abandonaré – se adelantó a decirle el del pelo negro -. Pero en cuento tenga una oportunidad iré a buscarla. No puedo dejarla sola.

- ¿Y cómo lo harás? – peguntó Dustin interesado por querer ayudar a sus amigos.

Jackie era su amor platónico. Siempre riéndose, con una mente locuaz y un gran corazón.

Y Eddie... Eddie era todo lo que él quería ser. Atrevido, seguro, rebelde, divertido. Y uno de sus mejores amigos.

- No lo sé. Jackie me contó algo de que la música actúa en tu cerebro de cierta manera – explicó Eddie -, pero no lo acabé de entender. Pero supongo que, si está en alguna especie de embrujo de Henry, la música también tendría que funcionar con ella.

- Veo que has pensado en ello.

- ¿Puedo enseñarte algo sin que te pongas a chillar? – dijo Eddie y Dustin asintió.

A continuación, le dio la cajita negra que guardaba a buen recaudo en su bolsillo. Dustin la abrió y reconoció de inmediato ese anillo tan colorido. Era el anillo de Evelyn y Jackie estaba obsesionada con él, siempre que podía se lo pedía para simular que era su gran tesoro. Siempre había dicho que se algún día se casaba, solo lo haría con quien le diera ese anillo.

- ¿De dónde lo has sacado? ¿Significa lo que creo? – dijo emocionado, intentando contener su voz.

- Me lo ha dado su madre. Se lo iba a pedir después de la graduación – explicó Eddie con cara triste.

- Y lo harás amigo mío – afirmó Dustin con seguridad dejando una mano en su hombro -. Recuperaremos a Jackie.

- Aunque sea lo último que haga – añadió Eddie guardándose la cajita de nuevo.