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Jackie despertó que faltaba muy poco para amanecer y apagó la alarma del reloj de Eddie.

- Amor, hay que levantarse y volver al cobertizo antes de que nos descubran – le dijo Jackie a Eddie intentando despertarlo cuando sintió algo entre ellos que presionaba en su pierna -. ¿De verdad? ¿Nos acabamos de despertar y ya estás empalmado?

- ¿A ti que te parece? – contestó cogiéndole la mano y llevándola hasta su dura polla – Cómo quieres que esté si me levanto y lo primero que siento son tus tetas rozándome.

Eddie se puso encima de ella, obligándola a separar sus piernas para hacerle sitio. Rozando con la punta de su pene entre los pliegues de su vulva, comenzó a darle besos por el cuello, bajando hasta uno de sus pechos para meterse un pezón en la boca.

- Estás muy sensible – comentó Eddie mientras lamía y jugaba con su lengua -. Solo te he tocado un poco y ya estás completamente mojada.

Jackie se puso completamente colorada.

- ¿Quieres que echemos uno rapidito? – sugirió Eddie encendido en lujuria abriéndole más la piernas para hundirse completamente dentro de ella.

Jackie tuvo que llevarse las manos a la boca para no soltar un gran gemido.

- Shhh... No quieres que nos pillen, ¿no? – le advirtió él con una mueca que decía claramente que iba a hacer todo lo posible para hacerla gritar de placer.

La agarró con fuerza de los muslos y comenzó a follarla bien duro, haciendo chocar sus cuerpos en cada embestida. Sintiendo la punta chocar con sus paredes.

Jackie se mordía el dedo intentando reprimir sus jadeos, pero era aún peor porque oía más claramente los eróticos sonidos que hacía él y eso la encendía aún más.

Pronto sintió como ese agradable nudo en el estómago comenzaba a formársele y acompasó sus movimientos a los de Eddie, instándole a ir más rápido.

Él también estaba cerca.

Llevó una de sus manos hasta su entrepierna y comenzó a sobre estimular su clítoris con movimientos igual de rápidos que sus penetraciones. Se inclinó hasta ella y le besó el cuello mientras le hablaba al oído.

- Joder princesa, sabes el placer que da follarte recién despertada.

- Cállate Eddie – dijo Jackie ruborizándose.

- Porque si cada vez que te hablo siento como te humedeces aún más. ¿Te gusta verdad? ¿Estás apunto?

Jackie asintió con la cabeza.

- Hazlo. Córrete conmigo – le ronroneó.

Jackie estalló contrayéndose toda ella.

- Joder, sí – gruño Eddie y Jackie sintió como él también se corría.

Dio los últimos empujones lentamente, asegurándose que hasta la última gota quedaba dentro de ella mientras se besaban con amor. Bajando ambos de sus orgasmos.


- Eres estúpido – le regañó Jackie cuando se hubieron calmado -. Lo de levantarnos pronto era para poder salir de aquí sin ser vistos, no para echar un polvo matutino.

- No me arrepiento de nada – contestó él burlón, levantándose de la cama mientras recogía su ropa del suelo.


Ni 10 minutos después ya volvían a estar en el cobertizo.


- ¿Crees que tardaran mucho? – preguntó Eddie por quinta vez.

Vuelta a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora