Vuelta a ti

25

Llevaban un par de minutos en la carretera y Eddie miraba a su alrededor. Le faltaba algo...

- ¿Dónde está Jackie? – gritó Eddie de tal manera que Steve frenó en seco la caravana – Hay que volver.

- Steve, sigue conduciendo – le ordenó Nancy.

- ¿Acaso no me has oído? – dijo Eddie mirándola sin creérselo – Jackie se ha quedado atrás.

- Te he oído Eddie. Soy consciente de ello.

- Harrington por tus muertos, da la vuelta – le suplicó Eddie.

- Steve arranca – ordenó Nancy, está vez más firme -. Si nos quedamos aquí no tardaran en encontrarnos.

Steve puso en marcha la caravana y Eddie hizo el intento de coger el volante, pero Nancy se lo impidió.

Avanzaron unos cuantos kilómetros hasta un prado escondido, donde aparcaron.

- Da media vuelta – siseó Eddie con la mandíbula apretada.

- ¿Nancy qué está pasando? – preguntó Dustin con preocupación.

Nancy colocó su mano en el hombro de Eddie y lo apretó con suavidad.

- Jackie no va a volver – anunció dejando a todos con la boca abierta y en shock.

Eddie apartó la mano de Nancy y salió de la caravana dando un portazo.

Todos salieron detrás de él temiendo que volviera a pie tras ella, pero se lo encontraron sentado en el suelo a pocos metros. Con la cabeza entre las rodillas y cubriéndose con los brazos, claramente estaba llorando.

Nancy se acercó hasta él, se arrodilló delante suyo y le acarició la cabeza como a un niño pequeño.

- Dime que no es verdad, Wheeler – suplicó Eddie con hipo -. Dime que no se ha ido.

- ¿Irse dónde? – preguntó Robin confusa - ¿Y por qué no podemos volver a por Jackie? ¿Qué es lo que no nos estáis contando?

- Jackie... - comenzó a decir Nancy dudando por un momento de si contarlo o no – Jackie es la hija biológica de Henry – soltó finalmente la bomba -. Eso es lo que me mostró en la visión, pero no os quise contar. Ni yo misma quería admitir la verdad – explicó sin dejar de consolar a Eddie. Entendía como se sentía, porque ella se sentía igual de traicionada -, pero es lo que Henry me mostró. Ella es quien controlará su ejército.

- No puede ser, Jackie no haría... - balbuceó Dustin, pero no salían las palabras para terminar la frase.

- Yo tampoco lo creía. Deseaba que fuera una invención de él para confundirnos, pero ella me lo ha confirmado.

Todos miraban a Nancy perplejos. Nadie podía creer lo que les estaba diciendo.

Max se giró furiosa y volvió dentro de la caravana.

- Iré con ella – les informó Lucas.

- Hoy es su cumpleaños – murmuró Dustin rompiendo el incómodo silencio -. Ni siquiera la hemos felicitado.

- ¿Qué estás diciendo Dustin? – quiso saber Steve.

- Hoy es el cumpleaños de Jackie. Irónico, ¿no? Hoy cumple 18 años.

- Pues la sorpresa nos la ha dado ella a nosotros – bromeó Robin con sarcasmo y Eddie y Nancy le echaron una mirada de reproche -. Demasiado pronto. Lo siento. Me estaba arrepintiendo solo decirlo.

- Chicos, con Jackie o sin ella hay que prepararse – dijo Steve sabiamente -. Ese cabrón de Vecna no esperará por nosotros y Max aún necesita nuestra ayuda.

- Eddie... ¿qué vas ha hacer? – preguntó Dustin, deseando que su amigo no les abandonara también.

- Tranquilo Henderson. Te prometí que iría hasta Mordor contigo – dijo Eddie con voz triste – y lo voy a cumplir. Aunque tenga que ir a encontrarme cara a cara con Henry y quitarle a mi novia de sus manos – añadió para él mirando al cielo.

Jackie iba sentada en el asiento de atrás del coche de policía, los agentes delante hablaban y le hacían preguntas que ella ignoraba completamente. Solo miraba por la ventana observando el camino para acercarse lo máximo posible a su destino.

Cuando la carretera comenzó a resultarle familiar, cerró los ojos para concentrarse y comenzó a cantar una nana suavemente.

Vio como los ojos de los policías luchaban por mantenerse abiertos, hasta que no pudieron más y se durmieron.

Jackie no tuvo en cuenta el efecto que eso tendría al ir en un coche en marcha, por muy lento que fuera en ese momento, y lo lamentó cuando se salió de la carretera y chocó contra un árbol. Por suerte, pudo hacerse una bolita en el asiento para protegerse antes del impacto. Afortunadamente solo fue un golpe y algunos cortes por los cristales rotos.

Salió del coche un poco conmocionada, pero no paró. No había tiempo para ello. Siguió andando, alejándose de allí. Buscando el portal dónde murió Fred. Los demás probablemente no sabían donde estaba, así que seguro que no usarían ese para cruzar, usarían el de casa de Eddie.

Lo encontró con bastante facilidad, ya que era bastante visible desde la carretera en el tronco de un árbol.

- ¿Y nadie lo ha visto? – se dijo a sí misma, sorprendida.

Sacó la navaja que le había dado su madre del bolsillo y cortó la extraña tela que cubría el portal.

Cuando cruzó al otro lado se encontró con un grupo de esos feos murciélagos esperando tras el portal.

Jackie les bufó como un gato y les enseñó los dientes. Los murciélagos salieron volando con sus desafinados chillidos.

Miró el camino que tenía por delante y comenzó a poner rumbo a casa de los Creel.

Tardó más de una hora en llegar, pero cuando estuvo delante, agarró una piedra del suelo y la lanzó con fuerza contra una ventana rompiendo el cristal.

Volvió a hacer lo mismo una segunda vez y una tercera. Cuando iba a hacerlo por cuarta vez, Henry salió por la puerta.

- Te odio – le gritó Jackie arrojándole la pierda a él -. Odio lo que eres, lo que representas. Y sobre todo odio lo que me estás obligando a hacer.

Jackie cayó de rodillas al suelo y se puso a llorar desconsoladamente.

Henry se acercó hasta ella.

- Lo siento mi niña – le dijo con algo parecido a la compasión -. Duele hacerlo, lo sé. Pero pronto pasará y todo será mejor.

Jackie levantó la cara del suelo, le miró a los ojos y sintió la mano de él en su cabeza.

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Capítulo muy corto, lo sé. Pero no quería cortar en medio de toda la acción.  

Espero que por ahora la historia esté gustando y no haber roto en corazón de nadie aún....