Dicen que la vida es solo una, que debes vivirla al máximo porque una vez termina ya no hay vuelta atrás. No hay recuerdos, ni bellos momentos.Pero qué pasa cuando estás viva y no recuerdas nada de tu pasado. Cuando la vida te obliga a construir una nueva historia.
A mi me tocó construir una nueva historia, aprender de nuevo muchas cosas. Me tocó aferrarme en poquito recuerdo que tengo de mi pasado, de mis padres.
Que es apena un simple reflejo de mis padres sonriéndome.
Escucho dos toques en la puerta, luego se abre y me deja ver a la señora Nidia.
Una mujer bastante elegante, con un carácter fuerte ante otras personas. Pero aquí en el hogar es completamente otra persona, te hace sentir en casa.
— ¿Como estás? —entra y seguido cierra la puerta detrás de ella. En una de sus manos lleva una bolsa, trae comida de McDonald's— Noah te a mandado esto, dijo que no haz comido nada.
— Gracias —agradezco a la vez que lo recibo, lo dejo sobre mi escritorio— No he tenido mucha hambre.
— Es por lo de mañana ¿verdad? —asiento, ella se sienta en mi cama, delante de mí— Cariño, se que sería estúpido decirte que debes dejar el pasado atrás. Pero si debes ser fuerte y poner de tu parte.
<< Es muy fácil decirlo cuando no eres tú la que a olvidado todo y que nunca a podido llevarle flores a tus padres >>
— ¿Que tal si mañana salimos todos juntos?, podría posponer el trabajo y...
— Nidia, no hace falta —sonrío para quitarle un poco la preocupación— Mañana tengo un examen importante y me enfocaré sólo en eso.
Nidia a sido una buena madre temporal. Hace tres años llegué a este hogar después de haber armado un tremendo problema en mi antigua casa. Descubrí al hombre siéndole infiel a su mujer, se lo dije pero ella no me creyó y me mandó de nuevo al orfanato.
Llegué a ese lugar poco tiempo después del accidente, cuando según los médicos ya me había recuperado del todo. Nunca llegó un familiar así que el gobierno tuvo que hacerse cargo de mi y enviarme a un orfanato fue la mejor opción. Imagínate tú, una adolescente de catorce años pasando de hogar en hogar. Sin recuerdos, con el dolor de no ver a sus padres, completamente sola.
Por suerte Nidia y su esposo llegaron a mi vida, y me sacaron de ese lugar.
Nunca he podido llamarlos papá o mamá.
E intentado muchas veces saber algo más de mis padres, pero es como si toda información hubiera sido borrada y no haya más que una simple noticia del accidente donde ellos murieron.
Lo único que sé es que murieron el mismo día de mi cumpleaños.
O al menos eso fue lo que me dijeron en el orfanato.
— Eres muy aburrida —Nidia se pone de pie, luce joven y llena de vida— le diré a Noah que te lleve a alguna fiesta.
— No me gustan las fiestas —se cruza de brazos.
— Eres insoportable —trata de ocultar la sonrisa en sus labios, pero al final le fue imposible. Se acerca y deja un beso en mi cabeza— Te quiero mucho.
— Yo también a ti —sonrío leve.
— Te dejo para que estudies, come lo que Noah te a traído ¿si? —asiento, veo como sale de la habitación.
Tomo la bolsa, voy hasta mi armario y de ahí saco el cigarro que contiene marihuana y un encendedor. Salgo de mi habitación para ir hasta el techo de la casa. La azotea es mi lugar preferido, donde puedo estar sola.
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Mi Destino © +18
RomanceUn accidente cambió por completo su vida. Sus recuerdos ya no estaban. Al cumplir la mayoría de edad fue contactada por alguien, debía volver al que dicen una vez fue su hogar. Ahora debe afrontar la realidad, amigos y enemigos. Un viejo amor y un n...