Capítulo 20

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Miro la luna llena, a mi alrededor solo puedo escuchar la naturaleza. Cayden se a quedado dentro de la cabaña, yo salí porque no podía seguir escuchando lo que me contaba.

Me mintió, desde el principio. Fingió en muchas ocasiones, me hace sentir una estúpida. Pensé que sólo en el y Lorenzo podía confiar.

Estoy dolida.

Aún así, deseo sentir sus brazos rodeando mi cuerpo pues solo con él puedo sentir paz.

Pienso en Noah, en que habrá pasado con él. Lo he abandonado, pero ahora también debo cuidar que no me maten por algo en lo que no tengo que ver. Que no estaba ni enterada.

Una cerveza aparece delante de mis ojos. La tomo, ya está destapada por lo que solo tengo que llevarla a mis labios y beber. Cayden se sienta a mi lado, bebe en silencio.

— ¿Por qué desconfías tanto de Lorenzo? —murmuro.

— El día que fui a casa de papá él estaba ahí —mira al lago— Estaban hablando de ti, Lorenzo le pedía a papá que te presionara más. Cuando intenté irme tú guardaespaldas venía directo hacia mi, lo dejé inconsciente y ahí fue cuando salí corriendo.

— Lorenzo está detrás de todo esto —susurro, dolida.

— No podría decir que esta detrás de los matones que querían hacerte daño —me mira— Pero si en que quiere tomar el lugar de tu padre. Eres la pieza faltante para hacer jaque mate en este juego.

— Pero Lorenzo sabe que yo no sé de nada, Cayden.

— Y por eso te estaba utilizando. Se aprovechó de que no recuerdas nada, para hacer las cosas a su antojo —niega con la cabeza— No se como fui tan estúpido en confiar en todos ellos. Y papá... me a decepcionado otra vez.

— ¿Y que se supone que haga ahora? —dejo la botella aún lado— No se pelear, no se agarrar un arma. Apenas me vengo enterando que... no se nada —mientras más hablo, más desanimada me siento.

— Ven aquí —abre sus brazos, al ver que no me acerco toma mi mano suavemente— Gala, entiendo que no confíes en mi. Pero te juro que nunca fue mi intención hacerte daño, mucho menos mentirte. Al principio todo me daba igual, porque a fin de cuentas trabajo es trabajo. Cuando me di cuenta que estabas en peligro ya era tarde, no había vuelta atrás.

Me acerca a él, rodeando mis hombros con su brazo. Apoyo mi cabeza en su brazo, quedándome en silencio.

—  Ahora lo que dijiste tiene sentido —me mira esperando que prosiga— Ahora no creo que el accidente fuera algo de casualidad. Quizás alguien quería deshacerse de nosotros.

— Tú papá era muy respetado, pero también tenía muchos enemigos —dice— Muchos que querían estar en su lugar, la envidia les comía por dentro. Así que no pongo en duda que quisieran hacerlo, en este negocio quién estorba se muere, quién tiene más poder, está en peligro.

— ¿Que hacía, papá? —me alejo para mirarlo— ¿Traficaba con personas?

— No, esa era la gran diferencia entre tu papá y los demás —sonríe de lado— Era un hijo de puta, pero solo con quién se lo merecía. Sinceramente si me pongo a contarte todo lo que dirigía tu padre, no acabaríamos hoy. 

Unas luces nos pone alerta a ambos, Cayden se pone de pie y saca el arma que escondía en su espalda. Le quita el seguro y rápidamente se dirige a la parte delantera de la cabaña. Me pongo de pie y lo sigo, Justo cuando llego a donde está el auto se detiene. De este baja un chico alto, pelinegro.

— Maldita sea, Dave —Cayden baja el arma— Estaba apunto de dispararte.

— ¿Olvidaste que me llamaste esta mañana? —se ríe, en ese momento la puerta de copiloto se abre y baja una chica, hermosísima. Su cabello estaba atado en una coleta y su cuerpo, podría jurar qué pasa horas en el gimnasio— Ah si, me traje a Destiny.

Mi Destino © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora