Capítulo 4

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— Es hora de irnos, Gala —me mueven un poco, me quejo e incluso le manoteo para que me deje dormir un poco más.

Escucho su risa, abro un solo ojo para ver quién se reí. Espero ver a Noah, es quién siempre me está molestando.

Pero no es a Noah a quién veo, es a Lorenzo.

Quién por cierto está vestido con una traje muy costoso.

Me siento en la cama, llegamos hace más o menos dos horas. Yo fui la primera en ducharme y cambiarme, Lorenzo me a comprado un vestido color negro. Es largo, con un corte de sirena y una abertura en la pierna derecha que empieza desde mi muslo. Se ciñe a mi cuerpo y tiene un hermoso escote en V.

Me hice una cola baja, alisando muy bien mi cabello y me he maquillado. Siento que parezco otra, nunca me había hecho un maquillaje tan cargado. Pero siento que el momento lo amerita.

— Estás hermosa —sonríe— Pero si sigues durmiendo, vas a arruinar tu maquillaje.

Me pongo de pie, me acerco al espejo para ver si ya lo he arruinado, pero sigue intacto.

— Es hora de irnos —asiento— Ya he metido las cosas en el auto, Mateo nos espera para llevarnos a tu casa.

Mateo, vi una foto de él, es el antiguo chofer de la familia. A quién mis padres apreciaban mucho.



El camino se me hizo corto, mis manos estaban un poco sudadas por los nervios. Tomo un poco de aire para calmarme, justo cuando el auto se detiene delante de la puerta principal de la gran mansión Young.

Mateo se baja del auto y abre la puerta para nosotros, cuando bajo Lorenzo ya está esperando por mi. Me ofrece su brazo el cual tomo con total delicadeza.

— Es hora —murmura— ¿Nerviosa?

— No —niego con la cabeza— Ya no.

Si estoy nerviosa, se que él a notado que mentí. Pero no voy a demostrar más temor, si llegué hasta aquí debo seguir hasta el final. No dejaré que me quiten lo único que me queda de mis padres.

— Bien, entremos.

Se que aquí hay muchas familias de la alta sociedad, socios, amigos y familiares de mi padre. Celebrando su memoria con las personas que más odiaron a mi madre y a mi, están celebrando junto a las personas que una vez me dieron la espalda y me dejaron abandonada.

Cuando entramos, una chica vestida como camarera nos indica a donde debemos pasar.

— Al parecer este año han hecho la fiesta en el gran salón, donde tu padre hacía tus cumpleaños —murmura Lorenzo cerca de mi— Ese lugar lo tenía solo para tus fiestas y algunos eventos familiares o de negocios, los demás siempre contrataba salones en hoteles de lujo —me mira— era sagrado para tu padre porque te gustaba pasar las tardes bailando ahí.

Se me encoge el corazón, aún así asiento guardando cada información que me daba.

Al llegar, hay dos hombres de seguridad delante de la puerta doble.

— Señor Davis, bienvenido.

— Gracias —asiente totalmente serio.

— Solo he visto una sola foto mía con mis padres —susurro solo para nosotros dos.

— Se han encargado de quitarlas todas—susurra— Entremos —dice esta vez más alto.

Los hombres abren las puertas para nosotros.

Al entrar algunas miradas se posan en nosotros, rezo para que mis piernas no tiemblen, estoy en unos tacones bastante altos. Y aunque se caminar con ellos, temo que los nervios me traicionen.

Lentamente miro por todo en salón, encuentro varios rostros conocidos, claro por las fotos que me a dado Lorenzo.

Pero mi atención se detiene en las personas que estaba buscando, sentados en una mesa, todos juntos como familia. Mis abuelos y mis tíos, en la mesa a su lado están mis pequeños primos.

El único de mi edad está en la marina, según me a contado Lorenzo.

Lorenzo parece leer mis pensamientos y camina a mi lado con determinación, vamos en busca de nuestra presa. Siento diferentes miradas sobre nosotros, estamos llamando la atención de muchos. En la mesa grande también se encuentran los padres de mi ex novio, mi ex y otro chico, que parece bastante aburrido.

— Buenas noches —hablo antes de que pueda hacerlo Lorenzo.

— Lorenzo — Patricia se pone de pie al ver a su hermano, pero no dejaba de mirarme a mi— Vienes acompañado ¿es tu nueva mujer?

— Patty —mi Tio, Samuel toma su mano para que se siente— Lorenzo cuñado, que bueno verte de nuevo. Preséntanos a tu amiga.

— Ella se va a presentar sola — Mi ex novio me está mirando fijamente, sus ojos se entrecierra. En cualquier momento lo dirá.

— Es un placer verlos de nuevo —miro a cada uno de los que están en la mesa, Lorenzo levanta la mano y hace que la música se detenga. Detengo mi mirada en mis abuelos— En especial a ustedes, abuelo y abuela —les doy la sonrisa más fingida y tierna.

Todos se quedan en total silencio, mi abuelo, Archie, le cuesta ponerse de pie.

— ¿Que haz dicho? —parece que le cuesta decirlo, Grayson se pone de pie. Lo miro de arriba abajo y vuelvo mi atención a Archie, me da asco llamarlo abuelo.

— ¿No me vas a dar un abrazo? —rodeo la mesa hasta quedar a su lado— ¿Por qué todos me miran así? —miro a mi alrededor con fingida sorpresa— No me esperaban ¿verdad, tío Samuel? —lo miro.

— Señoras y señores —Lorenzo habla en voz alta, con actitud altanera me acerco a él. Cuando llego a su lado me ofrece su brazo el cual tomo, nos damos la vuelta dándole la espalda a mi supuesta familia y de frente a todos los invitados— Demos un aplauso bien fuerte a Gala Young hija única de Grace y Harry Young, quién esta noche nos deslumbra con su presencia.

Por un segundo todos parecen estar procesando la noticia, segundos después empiezan a ponerse de pie y aplaudir. Algunos aún sorprendidos, otros sonríen.

Un camarero se acerca y me ofrece una copa, la tomo y le agradezco antes de que se vaya. Vuelvo a darme vuelta para ver a mi familia. Grayson es el primero en acercarse con intenciones de abrazarme, doy un paso atrás dejándole saber que no quiero.

— Yo.. yo...

— ¿Tartamudeas? —alzo una ceja— no recuerdo que lo hicieras.

Ni siquiera recuerdo a este tipo.

Escucho una risita burlona, el otro chico se pone de pie. De él no tengo ninguna foto o información.

— No, no lo hace. Solo que a veces se le mete lo estúpido.

Tengo que morder mi labio inferior para no reírme en la cara de mi ex, quién por cierto ahora tiene la cara roja de ira.

Esto no será tan aburrido como pensé.

— Vamos a mi oficina ¡Ahora! —Archie nos mira con rabia, que trata de disimular porque tenemos la atención de todos.

Definitivamente esto no será para nada aburrido.

Mi Destino © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora