Capítulo 14

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Estiro mi cuerpo cuando estoy fuera del auto, estoy cansada, ambos lo estamos. Anoche dormimos en un hotel de mala muerte, fue lo único que encontramos de camino al aeropuerto. Esta mañana temprano tomamos el primer avión y al llegar Cayden condujo directo aquí, el edificio donde está el departamento de Lorenzo.

— Ve subiendo —el celular de Cayden suena una y otra vez— Es Lorenzo, le voy a contestar.

— Está bien —asiento— Te veo arriba.

Asiente llevándose el celular su oído. Mientras me alejo lo escucho hablar con Lorenzo, mas no le prestó atención. Subo en el ascensor, una vez estoy en la puerta del departamento abro con la llave y entro. Dejo mi bolso en el desayunador y voy rápido a la habitación.

Estoy empacando la ropa cuando escucho que intentan abrir la puerta, salgo del habitación esperando escuchar a Cayden para que le abra, pero lo único que logro escuchar es cómo cargan un arma. Corro a la habitación, cojo la maleta y la meto al armario.

Salgo de la habitación nuevamente, tomo mi bolso justo cuando se escucha un disparo, le han disparado a la cerradura de la puerta. Me meto en el armario bajo del fregadero y cierro la puerta, cierro los ojos unos segundos, tratando de calmar mi respiración.

— Busca en la habitación.

Escucho que dicen, llevo una mano a mi boca impidiéndome a mi misma tan siquiera respirar fuerte.
Escucho como los pasos se alejan, cuando siento que estoy completamente sola y no se escucha nada cerca de mi, abro suavemente la puerta y miro por una rejilla. No hay nadie, parece se han ido a la habitación. Salgo gateando y lentamente me pongo sobre mis pies, agarro mi bolso y miro hacia la puerta, está abierta completamente.

Camino rápidamente a la puerta evitando hacer ruido, cuando estoy afuera corro lo más rápido que puedo hacia las escaleras. Por un momento pensé subir al ascensor pero este cuando alguien llega al piso suena un timbre.
La respiración se me acelera, estoy bajando las escaleras corriendo, incluso saltándome algunos peldaños.

Cuando llego al estacionamiento busco con la mirada el auto de Cayden. 

Parezco loca corriendo entre todos los autos, el pánico y el nerviosismo me a hecho olvidar donde está estacionado. Cuando lo encuentro, también me encuentro con la sorpresa de que Cayden está en el suelo desmayado.

— Mierda... —me arrodillo a su lado y lo pego suavemente en el rostro— Despierta, vamos... Cayden por favor.

Cayden abre los ojos poco a poco, pero parece no recuperar el conocimiento rápido. Tengo que prácticamente arrastrarlo hasta la puerta de copiloto, me cuesta un poco porque Cayden es dos veces más alto que yo y con mas peso que yo. Pongo de toda mi fuerza para entrarlo al auto, mi corazón late desbocado. Le saco las llaves del bolsillo, cierro la puerta de su lado y subo al auto, lo enciendo para luego ponerlo en marcha saliendo rápidamente del estacionamiento.

— Gala... —susurra.

Miro por el espejo retrovisor de vez en cuando, cerciorándome de que no nos estén siguiendo. Miro de reojo a Cayden, se a desmayado otra vez.

Estoy asustada.

Nunca imaginé que pasaría por algo así.

La muerte de mis padres, la pérdida de memoria, la muerte de mis padres adoptivos, una familia que me odia, mi hermano en el hospital y ahora huyendo de unos posibles asesinos.

Miro nuevamente por el espejo retrovisor, esta vez me llama la atención un auto negro que viene detrás de nosotros a gran velocidad. Piso el acelerador.

Se escucha un disparo, por instinto bajo un poco la cabeza y grito asustada. Mi grito despierta a Cayden, que se levanta con rapidez.

— ¡Baja la cabeza! —vuelvo mi vista por completo al camino, miro buscando un escape. Cayden parece caer en cuenta de lo que está sucediendo.

Otro disparo se escucha, esta vez logra pegarle al cristal de atrás. Giro a la derecha, como no estoy consciente a que velocidad vamos, el auto termina derrapando. Me cuesta unos segundos volver a estabilizarlo y sin dudar vuelvo a pisar el acelerador. Cayden no deja de maldecir.

— ¡A la izquierda! —me grita y yo lo obedezco.

Entro en una carretera, de reojo veo que Cayden mira una y otra vez atrás. Yo no bajo la velocidad, me toca esquivar algunos autos. Veo una salida de la carretera y la tomo.

— Lo hemos perdido —me dice— Baja la velocidad...

No lo escucho, más bien escucho mis pensamientos, mis ganas de seguir viviendo. La adrenalina y el miedo aún corriendo por mis venas.

— ¡Gala! —me grita— ¡Baja la maldita velocidad!

Piso el freno provocando que las llantas del auto hagan un chirrido, nuestros cuerpos se hacen hacia delante. Mi rostro pega con el volante.

— ¡JODER! ¿¡Te volviste loca!? —me toma del brazo.

— ¡Locos están esos hijos de puta que querían matarnos! —grito, Cayden me mira los ojos. Me abraza pegándome por completo a su cuerpo, segundos después me aleja.

— ¿Te han hecho daño? —me revisa, pero a quién le han echo daño es a él. Tiene sangre bajando por si cuello.

— No.. —susurro, llevo mi mano a su rostro para inspeccionar mejor la herida— Tan herido, parece qué hay que suturar. Te llevaré al hospital —me alejo e intento poner el auto en marcha pero me lo impide.

— No, no podemos —toma mis manos— Podrían encontrarnos, ellos... quieren deshacerse de nosotros... de ti.

— ¿Y que hacemos? ¿Nos escondemos? —niego con la cabeza— Debe haber alguien en quién confiemos, debemos parar esta mierda. Iré ahora mismo a casa de Archie y le daré todo, comenzaré de cero, no quiero nada. Estoy segura que él tiene algo que ver en todo esto.

Cayden me mira en silencio, lleva una mano a mi mejilla y limpia la lágrima que había empezado a bajar.

— Conozco a alguien que puede ayudarnos, déjame conducir... y por favor cálmate —murmura.



Durante el camino no digo nada, más bien pienso en que haré. Porque aunque busquemos ayuda estoy decidida a cederle la herencia, ya no quiero nada. No puedo seguir pasando por estas cosas.

Cayden detiene el auto delante de una casa de color azul, muy bonita. Apaga el auto y baja, tomo eso como que debo hacer lo mismo. Cuando estoy bajando lo veo tocar la puerta, la cual no tarda en abrir. Una mujer blanca, alta y muy hermosa abre la puerta. Su cabello castaño cae hasta su cintura.

Sus ojos se iluminan al ver a Cayden y a él... a él también.

Entonces entendí que me había traído con Lauren.

Mi Destino © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora