Pensar en Cayden se a vuelto una rutina diaria para mi.Por más que diga que no lo quiero, que lo estoy olvidando, es una vil mentira porque él no sale de mi mente un segundo.
Verlo hace poco volvió a confirmarme que mi corazón no estaba dispuesto a dejarlo ir.
Cuando el abuelo me dijo que Cayden lo había llamado para preguntarle por mi embarazo, sentí muchas cosas a la vez. Pero lo que menos sentí fue enojo. Si fui hasta su oficina fue como una excusa para poder verlo, luego de dos semanas extrañaba su mirada y todo de él.
Obviamente no le diría nada de eso si según iba a "reclamarle"
No estoy embarazada, si me he sentido un poco mal pero no es por eso. Me hice dos pruebas de embarazo y ambas salieron negativa.
Si, quería que salieran positivas, pero entiendo que no es el momento.
Tal vez Cayden y yo no estamos destinados a estar juntos, tal vez si.
— Gala, ¿Te a gustado la cena?
— ¿Eh? —levanto mi mirada— Lo siento, me quedé pensando en algunas cosas.
— ¿En él?
— No, para nada —rio para disimular— cosas que tengo que hablar con Archie, nada más.
— Entiendo. Te preguntaba si te había gustado la cena —acerca su mano a la mía, por encima de la mesa.
— Si, me a gustado mucho —sonrío leve— Gracias por la invitación, necesitaba salir y distraerme.
— No tienes que agradecerme, sabes que lo hago con mucho cariño.
Sonrío.
No quiero herir los sentimientos de Noah, es una persona muy especial para mi. Pero como se lo dije en un principio, mi corazón le pertenece a Cayden.
No quiero darle falsas esperanzas pero el sigue insistiendo y para que mentir, a todas nos gusta sentirnos queridas.
No quiero estar con él solo por agradecimiento, mientras mi cuerpo, mi mente y mi corazón solo desean estar junto a otra persona.
— Noah, sabes que..
— Gala, cuánto tiempo sin verte.
El semblante de Noah cambia en segundos, no tengo que darme vuelta para saber quién está detrás de mi.
Conozco muy bien su voz y la expresión de Noah lo confirma.— Noah —lo saluda, este sólo asiente. Me volteó tan solo un poco para verlo, lleva una camisa de color negro remangada a la altura de los codos dejando ver sus tatuajes. El pantalón de vestir va a juego con su camisa— No esperaba verte por aquí, Gala.
Si claro. Eso de la casualidad solo se lo cree él.
— Yo tampoco esperaba verte por aquí, Cayden —miro a Noah— Creo que es hora de irnos.
— Si, pediré la cuenta.
— ¿Por qué se van tan rápido? —Cayden habla tan jovial, puedo notar a leguas que está fingiendo— ¿Es por mi culpa?
— Aquí nadie se va por tu culpa, deberías bajar de ese pedestal —conforme pasan los minutos, Noah se nota más fastidiado.
— Parece que se van por mi culpa, si estaban hablando muy a gusto y cuando llegué les cambió la expresión —me mira a los ojos— ¿Verdad, Gala?
— Deberías parar, Cayden —me pongo de pie, tomo mi bolso— Iré al baño, Noah.
Al pasar por el lado de Cayden su perfume impregna mis fosas nasales, todos mis sentidos se activan.
Siento la mirada de ambos hombres sobre mi, ruego a Dios que no terminen en una discusión o algo más. Conociéndolos a ambos se que terminarían en eso.
Entro al baño de mujeres, hay una chica arreglándose el maquillaje. Me pongo a dos lugares del que está ella, me miro en el espejo, saco mi labial para retocarme. Cuando de momento la puerta se abre, es Cayden.
— Este es el baño de mujeres por si no lo haz notado —se queja.
— Y tú mantendrás tu boca callada —le pasa un billete de cien, la chica hace como si cerrara su boca y tira una llave imaginaría. Toma sus cosas y sale dejándonos a solas, Cayden se acerca a la puerta y le pasa el seguro.
— Te haz vuelto loco —guardo mis cosas nuevamente en mi bolso y camino hacia la puerta, pero se pone en medio— Sal de mi camino, Cayden.
— No hasta que me escuches —se cruza de brazos.
— Voy a gritar si no me dejas salir.
— Grita, de igual manera nos verán salir juntos de aquí —se encoge de hombros. Da un paso hacia mi, yo doy uno hacia atrás.
— Cayden basta.
— Sabes que... mejor nos saltamos la charla.
Siento sus manos en mi cintura, antes de que pueda llegar a protestar ya me había acercado a su cuerpo. Lleva una de sus manos a mi cuello y me obliga a levantar el rostro, sus labios se posan sobre los míos. Pongo mis manos en su pecho, lo empujo, pero es obvio que él tiene más fuerza que yo.
Y vamos, si digo que no había extrañado sus besos estaría mintiendo.
Me cuesta unos segundos tranquilizarme, él empieza a mover sus labios sobre los míos y yo decido seguirle el beso. Sus dedos se sumergen en mi cabello, su mano en mi cintura me acaricia.
Sus labios me hacen ver la gloria y volver a sentir esas sensaciones que solo él me provoca.
Camina conmigo, llevándome hasta los lavamanos. Me sube sobre la meseta y abre mis piernas hasta ponerse en medio de ellas. Con uno de sus brazos me acerca más a su cuerpo.
Dos toques en la puerta me asustan, intento apartar a Cayden pero es imposible. Se niega a alejarse.
— ¿Hay alguien dentro? — Una voz femenina se escucha al otro lado.
Cuando estoy apunto de contestar Cayden lleva una mano a mi boca impidiéndome hablar. Como si el destino estuviera en su contra su celular empieza a sonar.
— ¿Cayden? —lo miro alzando una ceja.
— ¿Vas a entrar? —se escucha a alguien más.
Alejo a Cayden en cuanto se distrae con las voces que se escuchan fuera.
— Gala —intenta acercarse.
— Basta, Cayden —me bajo, para seguido darle la espalda y arreglar mi ropa bajo la atenta mirada de él. Se escuchan murmullos fuera y yo solo pienso en cómo salir de aquí.
— Te extraño —murmura acercándose a mi por detrás, apoya una mano en mi cintura. Lo miro a través del espejo, puedo notar la sinceridad en sus palabras. Que calan muy hondo en mi corazón— Fui un estúpido, lo sé. Pero en este tiempo que no estuviste cerca de mí, no pude dejar de pensar en ti.
— Por favor, basta... —susurro.
— Te quiero, Gala —me abraza por la espalda— y me importa un coño que ese chico esté intentando conquistarte, no me voy a rendir.
La puerta se abre, tres pares de ojos nos miran con atención.
— ¿Se puede saber que hacían aquí encerrados? —pregunta un camarero.
— ¿Y lo preguntas? —una chica de cabello castaño lo mira burlona. Sin embargo la otra chica mira enfurecida a Cayden.
— ¿Me dejas sola en la mesa para encerrarte aquí con esta tipa? —dice dolida.
Ruedo los ojos. — No estoy para esto —tomo mi bolso.
— Gala —escucho a Cayden llamarme pero yo paso por al lado de su cita para salir.
Pero no se que me duele más, si las mentiras de Cayden, que haya venido con una mujer o que esa mujer sea Lauren.
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Mi Destino © +18
RomanceUn accidente cambió por completo su vida. Sus recuerdos ya no estaban. Al cumplir la mayoría de edad fue contactada por alguien, debía volver al que dicen una vez fue su hogar. Ahora debe afrontar la realidad, amigos y enemigos. Un viejo amor y un n...