Capítulo 23

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Anochece y yo sigo acostada en el muelle, la luna no se puede ver, las nubes se han hecho presente. Dentro de poco empezará a llover y yo sinceramente todavía no quiero entrar a casa.

Pero mi estómago me traiciona, empieza a sonar, tengo hambre.

Me pongo de pie y tomo la toalla, empieza a lloviznar cuando estoy de regreso a la cabaña. Pongo la toalla sobre mi hombro cuando entro a la cocina, Cayden esta allí.

— Estoy haciendo de cenar...

Doy media vuelta y salgo de la cocina dejándolo con la palabra a medias.

El quería distancia, la va a tener. Haré que estos sentimientos por el desaparezcan, de alguna manera u otra. 

Subo a la habitación, donde me encierro al menos por media hora. Me ducho y me pongo una pijama de top y pantalón corto. Bajó nuevamente a la cocina, Cayden está poniendo la mesa, para dos. 

— La cena esta lista —dice.

— Que te aproveche —le respondo, abro la nevera tomo la leche. Me sirvo en un vaso, para después tomar una paquete de galletas de oreo.

— No vas a cenar eso —me mira serio.

— No sabía que ahora eras Harry Young o Nicolás —intento salir de la cocina pero me lo impide poniéndose en medio de la puerta— Estoy cansada.

— Ven a cenar, pon eso ahí —fastidiada con la situación pongo todo lo peso sobre una pierna, lo miro aburrida.

— Estoy cansada, voy a cenar esto —le enseño lo que tengo en la mano— y voy a dormir.

— Estás...

— Cansada —lo interrumpo.

— Actuando como una niña —sigue.

— Pues perfecto —me encojo de hombros— Esta niña va a tomar su leche y va dormir.

El doble sentido de mis palabras parece desestabilizarlo, aprovecho para hacerlo a un lado y salir de la cocina. La cena que a hecho se ve deliciosa pero me niego a probar un bocado.

— Te la guardaré, por si gustas comer más tarde.

— Por mi no la desperdicies —le respondo dandole la espalda, subiendo la escalera.

Me encierro en la habitación. Dejo el vaso sobre la cama y me siento en la cama, destapó el paquete de galletas y empiezo a comerla en silencio. Miro por la ventana, un grito bastante alto abandona mis labios. Tiro las galletas y no se cómo pero en fracción de segundos abro la puerta, corro hacia la escalera justo en el momento que Cayden viene subiendo.

Me lanzo a sus brazos, provocando que por poco ambos rodemos por la escalera. Por suerte Cayden fue más ágil, abrazo mi cintura con uno de sus brazos y con su mano libre se sostuvo de la escalera.

— ¿Que pasó? —pregunta, parece preocupado.

— Hay un estúpido búho en mi ventana —me abrazo más fuerte a él, esa cosa me a dado un susto de muerte.

Cayden ríe en voz baja, poco a poco el volumen de su risa incrementa hasta que puedo sentir como su pecho vibra por la risa. Me alejo para mirarlo mal.

— ¡No te rías!

— Es que sales con unas cosas —niega con la cabeza— Un búho te a asustado.

Sube las escaleras y camina hacia la habitación, yo me quedo de pie en la escalera. La puerta de mi habitación está abierta, por lo que sólo veo como se asoma y da un pequeño brinco. Rápidamente se da vuelta.

Mi Destino © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora