— Se puede saber qué haces aquí... no, como he llegado yo aquí.— Nunca me imaginé que una persona podría dormir tan profundo —dice sin mirarme, pendiente al camino.
— No estoy jugando, Cayden Michelson —trato de ubicar donde estamos, o alguna casa cercana. Pero no, lo único que veo son árboles gigantes, muchos— ¿Donde está Grayson?
— A esta hora, devuelta en casa —murmura— ¿Ahora tienes miedo de estar conmigo?
— Por supuesto —Lo miro— No todos los días estoy junto a una persona que porta un arma.
— Es para protegerte —se encoge de hombros.
Cayden parece otro, no parece el mismo hombre con el que me encontré la primera vez.
— ¿A donde me llevas?
— A donde pueda mantenerte a salvo —miro por la ventana— No tienes que preocuparte.
— ¿En medio de la nada? —niego con la cabeza— Y sin comunicación.
No dice nada, solo asiente. Luego de unos minutos delante de nosotros aparece un claro, donde está una cabaña muy bonita y muy moderna también. Cayden estaciona el auto frente a la cabaña, me bajo maravillada con lo que tengo delante de mi.
— Al parecer te gusta —dice bajando del auto— Detrás hay un lago, bajando por un caminito.
— Dijiste antes que veníamos a un lugar que te pertenece... ¿Por qué tendrías esta cabaña? —lo miro, está abriendo el baúl del auto. Empieza a sacar fundas de supermercado, está ignorando mi preguntado— ¿Me contarás en algún momento que diablos está pasando? ¿O tiene que volver Grayson de intruso a contarme todo?
— Saca las llaves de mi bolsillo —cierra el baúl del auto, lleva ambas manos llenas de fundas de supermercado. Me quedo donde estaba— Por favor, Gala.
Ruedo los ojos, me acerco a él lo más lento posible. En sus brazos se empiezan a marcar las venas del esfuerzo que está haciendo. Su cara de fastidio me hace burlarme de él. Cuando me detengo levanto la mirada, esta mirándome fijamente. Entro la mano en el bolsillo de su pantalón.
— En ese no está, rápido —murmura.
Entro la mano en el otro bolsillo, cuando tengo las llaves en mi mano duró unos segundos más, lo escucho maldecir. Me rio y saco mi mano, doy media vuelta y camino hacia la puerta.
— La llave de la entrada tiene una L.
Me detengo al escucharlo, busco la llave que tiene la L, rápidamente mi mente entiende.
— De Lauren —murmuro, no soy capaz de mirarlo— ¿Se la compraste a ella?
Abro la puerta y entro sin esperarlo, enciendo las luces y dejo las llaves sobre una mesita junto a la puerta.
— No es de Lauren, ella nunca supo de este lugar. Esa L es del nombre de mi madre, Leah Michelson —pasa por mi lado y va a lo que creo es la cocina, cierro la puerta principal con seguro y luego voy a donde he visto ir a Cayden.
— ¿Donde está ella? —pregunto, está organizando la compra— ¿Cuando fuiste al supermercado?
— Cuando tú y mi hermano estaban en su cita de reencuentro —sin poder evitarlo hago una mueca de desagrado— Mamá murió hace unos años, poco después de lo que te pasó.
— Oh... lo siento —murmuro— Es raro que Grayson no me comentara nada después de todo lo que hablamos. Y no estábamos en una cita.
— Grayson no a vuelto hablar de ella después de su muerte —mete unas cervezas a la nevera— Supongo que es su forma de evitar el dolor por la pérdida de mamá.
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Mi Destino © +18
RomanceUn accidente cambió por completo su vida. Sus recuerdos ya no estaban. Al cumplir la mayoría de edad fue contactada por alguien, debía volver al que dicen una vez fue su hogar. Ahora debe afrontar la realidad, amigos y enemigos. Un viejo amor y un n...