Capítulo 7

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Me subo al auto de Lorenzo, no se a donde vamos, no se que sigue ahora.

Sinceramente tengo ganas de volver a casa de Nidia, olvidarme de estas personas. Siento que es mejor mi paz y mi tranquilidad, a vivir esta pesadilla.

— Siento que están planeando algo —Es lo primero que dice Lorenzo al entrar al auto— ¿Médico de confianza?, eso me huele a que quieren alterar la prueba de adn.

Y ahí es cuando vuelve a hervirme la sangre y me lleno de rabia.

— Lo sé, por eso les he dicho que no —murmuro, me cruzo de brazos. Lorenzo pone el auto en marcha— No se como lo haremos, presiento que pondrán mil y una excusa.

— Ellos lo harán —dice mientras conduce— Lo que más odia tu abuelo son los escándalos. No le gustaría que todo esto llegara a un juicio. En cualquier momento llegarán invitaciones de cenas, almuerzos y demás, todos con ganas de verte y saber donde estabas tú.

— Nunca se imaginaron que llegaría así —murmuro.

— Exacto, están entre la espada y la pared.

Llevo una mano a mi cabeza y masajeo suavemente, otra vez me duele la cabeza.

— ¿Te sientes bien? —se escucha preocupado, yo solo asiento.

— Estoy bien, es solo un pequeño dolor de cabeza —sonrío leve— ¿A donde vamos ahora?

— Primero iremos a un lugar, luego a casa de Michelson.

— Está bien —saco mi celular y le envío un mensaje a Noah por WhatsApp.

No tarda en responder. Me saca una sonrisa con sus locuras.

— ¿Hablas con Noah? —asiento— ¿Como están ellos? Deben extrañarte mucho.

— Ellos están bien —lo miro— Si, Noah me a dicho que todos me echan de menos y yo a ellos, después de llegar a su casa nunca me había separado así de ellos.

— Cuando acabe todo esto puedes invitarlos, puedes incluso llevarlos a la playa no queda muy lejos.

Cuando termina de decir eso, estaciona el auto. Miro curiosa hacia afuera, con ganas de saber a donde me a traído. La sorpresa que me llevo me deja pasmada e inmóvil dentro del auto.

Mi cuerpo se estremece de emoción y mi corazón late tan rápido.

Dejó el bolso a un lado y salgo corriendo del auto, en cuanto ella me ve se pone de pie y abre sus brazos para recibirme, y rodear mi cintura en un abrazo.

No se como explicar este momento, no se como explicar mis sentimientos en estos momentos. Pero mi corazón necesitaba de este abrazo.

— Abuela —la abrazo un poco más fuerte, sin llegar hacerle daño.

— Mi niña hermosa —su voz se escucha entre cortada, está llorando— Oh mi pequeña Gala —se aleja para mirarme, lleva su mano a mi mejilla. Siento que me rompo en mil pedazos ante su mirada, es como si no pudiera creerlo— Eres tú, si eres tú.

Vuelvo abrazarla, sintiéndome nuevamente una niña de seis años. Tal vez mi mente haya olvidado gran parte de mi vida, pero mi corazón me a confirmado que no olvida a las personas que quería y me quieren.

— Ven, sentémonos.

Lorenzo nos mira desde lejos, apoyado en su auto. Me a traído a un parque a ver a mi abuela, a la madre de mi mamá.

Una vez estamos ambas sentadas, ella toma mis manos.

— Estás hermosa —sonríe, pero se nota que esta triste— Eres idéntica a tú madre.

Mi Destino © +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora