DULCE MELODÍA [Aaron Z y tú][Turning Red]

EPÍLOGO

Habían pasado ya siete años desde aquella despedida entre Aaron y ___, con el tiempo las llamadas y los mensajes dejaron de ser algo de todos los días hasta que poco a poco ambos dejaron de saber de la vida del otro, claro que 4Town estaba triunfando en su nueva discografía, y eso hacia a la chica realmente feliz, verlos sonriendo, cantando y bailando por la televisión la ponía nostálgica, pero era más una nostalgia alegre de esas que más que llorar, sueltas una pequeña risa y se forma una sonrisa cálida en tu rostro.

___ estaba terminando de organizar un par de cosas en la bodega de la pastelería, rotulando, corrigiendo fechas de vencimiento, botando cosas pasadas de su fecha y rotando lo viejo y lo nuevo. Era algo muy agotador pero que si no lo hacía tendría problemas en el futuro; salió llena de colorante, polvos, especies y demás de aquella bodega y limpiándose como pudiera con un trapo.

Caminando por las calles de Toronto se encontraba un joven moreno, alto, guapo y con su mirada al frente, se le había antojado algo dulce antes de la reunión con su jefe y que mejor lugar que Cake&Coffee además de que volvería a ver a la única mujer que aún después de tanto tiempo lo tenía enamorado. Llegando al lugar pudo visualizar lo lleno que estaba el lugar, se había vuelto muy famoso en poco tiempo que incluso las personas hacían fila para si quiera probar un café americano, por eso mismo ___ estaba pensando en abrir otra pastelería y empezar con su propia cadena pastelera.

Aaron Z entro confiado siendo recibido por una mesera que no ocultó en nada su sorpresa al verlo y lo guío a una mesa cerca de la ventana, pidió un Latte frío y se sentó a esperara, observando como había cambiado todo por ahí, las paredes ahora estaban llenas de fotos de artistas y chefs famosos, incluyéndolos a ellos, las obras de arte abundaban en el lugar y las versiones en instrumental de algunas canciones le daba un toque tranquilo y relajado.

La puerta del lugar se abrió de forma estruendosa, una pequeña niña de unos cinco años entró corriendo feliz - ¡Mami! – habló casi gritando mientras se dirigía a la puerta de la cocina, de la cual salió ___ al ver la niña no puedo evitar sonreír para luego cargarla.

- Mi bebé ¿Cómo te fue? – preguntó la mujer sonriendo mientras besaba la mejilla de la niña.

- ¡Me gané una estrella como la que tienen papá y tú! – contó emocionada a lo que ___ la levantó en los aires mientras le daba vueltas, haciéndola reír.

- ¡Eso es genial! Te mereces un delicioso premio ¿Qué dices? –

- ¡sí! – la niña agitaba sus brazos, ambas reían haciendo enternecer a todo el que las viera. Aaron había quedado congelado en su lugar, viendo la escena realmente confundido.

- ¡Charlotte! ¡¿Cuántas veces te tengo que decir que me esperes y no corras sola!? – habló Liam enojado, mientras entraba al lugar y se dirigía hacia ambas chicas.

- No te enojes papi – pidió la niña.

- Si no te enojes, o te saldrán más arrugas – bromeó __ riendo.

- Dios – susurró Liam agotado.
___ dejó a la niña en una mesa, ella fue sacando su cuaderno de dibujos y se puso a colorear alegremente mientras sus padres le preparaban el tan ansiado postre. Ni ___, ni Liam se habían percatado de la presencia de Z pues habían estado concentrados en la pequeña Charlotte cosa que puso realmente triste al chico ¿___ de verdad lo olvidó y tuvo una hija con Liam?, Era la pregunta que se hacía mentalmente, miraba a la pequeña dibujar y tararear una canción. Suspiró derrotado , quería irse, pero también quería una explicación.

- Carajo… - susurró Z.

- Mi mamá dice que las groserías son malas – habló la pequeña al hombre, Z de inmediato la miró confundido – pero papá siempre las dice y hace que mamá se enoje, es gracioso – contó la pequeña sonriendo.