11 de noviembre del 2022
Consulté el número de quilómetros que llevaba en la pantalla del reloj y apremié el ritmo al ver que me quedaba poco para lograr mi meta. Tras alcanzarla, me doblegué sobre mi cuerpo y apoyé las manos en mis rodillas, intentando recuperar el aliento.
Cuando estuve mejor, alcé la vista al cielo y me sequé el sudor de la frente con la manga del jersey. Esa mañana Londres había amanecido con el cielo despejado y el sol despuntaba en el horizonte.
Caminé hacia mi quiosco de confianza con el pulso aún acelerado.
— Buenos días, Charlie — dije en tono enérgico, captando inmediatamente su atención
— Hola, niña — replicó con una sonrisa afable trazada en los labios —. ¿Lo de siempre?
Sacó un agua del tiempo incluso antes de que le contestara.
—Gracias.
Le extendí las monedas correspondientes y abrí la botella, bebiéndome su contenido de un solo trago.
—Hoy hace muy buen día, ¿no crees?
Contemplé de nuevo mi alrededor. Hyde Park relucía incluso más por su majestuosidad cuando la luz del sol lo bañaba.
—Sí, hace un día precioso. — susurré medio distraída —. Será mejor que regrese si no quiero pescar un resfriado.
—Espera —. Lo enfrenté con la mirada y observé como sacaba un periódico y me lo entregaba sin titubear. Se me contrajo el estómago cuando leí el titular en el extremo derecho de la hoja —. Te lo regalo.
Tragué saliva e intenté enmascarar la melancolía.
—Gracias, Charlie — le dije con la voz queda —. Nos vemos mañana.
Me di la vuelta y comencé a caminar a paso ligero. Llegué a la parada de bus justo cuando llegaba el vehículo y ocupé los asientos traseros. Entonces, desplegué el periódico y vislumbré la imagen de Marc, acompañada por el resto de los integrantes de la banda. El titular que acompañaba la foto caló en mí en forma de tristeza. "Labor anuncia su separación tras un año de la suspensión de su gira", releí antes de desviar la mirada y dejar que se perdiera por la ventana.
Al llegar a casa, me dirigí al baño sin titubear. Ben estaba levemente inclinado sobre el espejo con una cuchilla de afeitar entre las manos. Lo único que cubría su cuerpo era la toalla que envolvía su cintura. Las puntas de su pelo seguían mojadas.
—Buenos días — me dijo.
Se enjuagó el rostro con una toalla húmeda y me besó en los labios. Recibí su caricia con ganas y degusté su sabor mezclado con el de la menta de la pasta de dientes.
—Buenos días — contesté contra su boca, rozándola de nuevo a continuación —. ¿Qué tal lo llevas?
Me soltó y se presionó el puente de la nariz, evidenciado su estado de ánimo.
—Será un día duro — masculló con la mirada triste. Di un paso al frente, tomé una de sus manos y le di un leve apretón —. Pero pasará, como todo en la vida —. Asentí y tragué saliva con un nudo en la garanta —. Hemos quedado con los demás por la tarde.
—Lo sé. Summer me ha escrito esta mañana —. Le solté la mano y me deshice de los zapatos de un puntapié.
—¿Sabes que haré? — me preguntó al cabo de unos segundos, y el verde de sus ojos se iluminó momentáneamente. Me encogí de hombros y sonreí —. Voy a preparar crepes de chocolate para desayunar. Eso nos subirá el ánimo.
ESTÁS LEYENDO
Efectos secundarios [2.5].
RomanceGala no sabe si es buena idea asistir a la boda de Abby. El motivo principal es que se reencontrará con su ex tras más de un año sin saber de él. Una boda. Una gira. Una nueva propuesta. ****** Secuela de Efecto Hardwicke. Inicio: 15/10/21 Finali...