Alana
Con el teléfono sujeto entre el hombro y la cabeza, escuchaba a Jayden mientras abría la puerta del departamento.
El interior estaba oscuro. Al parecer Abby aún no había regresado de la universidad y me encontraba sola en casa.
—Entonces. ¿Te veo mañana? —preguntó al otro lado de la línea.
—Sí, pero no podré quedarme. Solo iré a despedirme antes de ir a pasar unos días donde mi madre.
—Entiendo. —Hizo una pausa larga al otro lado de la línea antes de atreverse a continuar—. ¿Has pensado mi propuesta? Ya han pasado varios días y...
—Lo siento, Jayden. Con todo lo de la universidad y otras cosas no he tenido cabeza para hacerlo. Te prometo que al volver te daré una respuesta.
—Está bien. Esperaré con ansias.
Nos despedimos y dejé el teléfono sobre el sofá. Fui hasta la cocina a preparar algo para cenar.
Después de que el casino fue atacado por un demonio, la situación fue incomprensible de explicar. La historia oficial fue una falla en los conductos de gas, que provocaron una explosión en el casino, dejando varios heridos y muertos. Después de diversos problemas legales y mucho dinero de por medio, logró evadir la condena de cárcel luego de la investigación en la que se determinó que Vincent Parker fue el responsable y su hijo solo cargó con la culpa de algo que no tenía como saber en tan poco tiempo.
Eso no lo liberó del juicio social. Donde sea, la gente le lanzaba miradas de odio e incluso, tuvo que escapar un par de veces de un grupo de personas sublevadas exigiendo compensaciones por lo ocurrido.
Invirtió gran parte del dinero de la herencia de su padre en esto, pero el daño ya estaba hecho, y se necesitaría mucho más para solucionarlo.
Agobiado por todo, poco a poco dejó de salir de su casa. Mandó a instalar rejas altas alrededor del terreno de la casa de su padre y un día, no salió nunca más.
Llevaba más de un año encerrado en su propiedad, lo más lejos que había estado era la piscina del patio trasero de su casa, que estaba protegido por muros de concreto donde nadie podría verlo.
Solo permitía la entrada a algunos trabajadores de confianza que lo conocían desde pequeño, a Rainer, a Abby y a mí.
Por más que habíamos intentado convencerlo de pedir ayuda psicológica, se negaba rotundamente a hacerlo.
Cuando estaba terminando de preparar la comida, llegó Abby, agotada como siempre. Los estudiantes de medicina parecían evolucionar en zombies con cada año que pasaba.
—¡¡Al fin!! —dijo, cayendo derrotada en el sofá—. Al fin se terminó todo y podremos tener unas pequeñas vacaciones de invierno. ¿Qué haces aquí? Creí que estarías con Jayden.
—No. Decidí venir aquí y mañana paso antes de ir a casa de mi madre.
—¿Pasó algo entre ustedes? —inquirió, acercándose a la cocina—. Pasas demasiado tiempo en casa últimamente.
—He estado con muchas cosas y no he tenido tiempo —respondí, despreocupada.
—¿Estas preocupada por su propuesta?
—No he pensado mucho en eso.
—¿Por qué no? Es guapo, heredero de una fortuna, inteligente, agradable... ¿Qué más necesitas para convencerte?
—Si pudiera explicártelo en palabras, lo haría. Pero no puedo —murmuré—. Además, es como un compromiso muy grande y yo... No sé, acabo de cumplir 21 años. Debería estar en fiestas, liándome con cada chico que me parezca atractivo, salir de viaje, cometiendo errores. Cosas normales.
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[#2] El deseo de un recuerdo©
Teen FictionEl cerebro es el órgano más complejo del ser humano. Es poderoso, pero frágil. Depende de elementos que lo ayuden a desencadenar la sinapsis que necesita para traer las memorias a nuestra mente. Música, lugares, aromas... Sentimientos. Parece difí...