[#2] El deseo de un recuerdo©

Especial de Navidad

Nota autora

Si llegas aquí por curiosidad, puedes leer este especial de Navidad sin haber leído ninguno de los dos libros y así conocer a Alana y Geb. Lo único que tienes que saber es lo siguiente:

Geb es un Genio y Alana es su Ama. Ambos están enamorados. (En este punto de la historia)

Jayden, es el tercero en discordia que solo existe para arruinar a nuestro querido Genio. (Es mucho más que eso, pero tendrán que averiguarlo después si quieren saber más).

Asmodeo y Sidi son personajes secundarios del segundo libro, por lo que si no han llegado hasta esa parte, no se preocupen, no hay ningún Spoiler de ellos (creo).

Abby es la mejor amiga de Alana y su roomie.

Si ya leíste ambos libros, podrás encontrar muchas referencias y puede que algunos guiños de lo que viene. Espero que los capten.

Una advertencia: Lo más interesante de esta historia son sus plow twist. Yo me cuido bastante de no ir soltando spoiler sobre cosas importantes de la historia cuando la promociono, así que para quienes hayan leído y quieran comentar, les pido que eviten los spoiler por si llega alguien que no haya leído. Por favor 🥺

Listo. Eso es todo lo que tenía que decir por ahora. Gracias por la paciencia de leer toda esta explicación.

¡Que lo disfruten!

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Los tres fantasmas de la primera Navidad de Geb

Odiaba la Navidad.

No tenía ningún fundamento de peso para hacerlo, considerando que esta era la primera Navidad que estaba experimentado desde... desde siempre, talvez.

Seguía teniendo recuerdos confusos y memorias olvidadas, pero entre toda esa maraña de pensamientos, un árbol triangular con luces de colores nunca se apareció por mi mente.

Hasta ahora.

La ciudad estaba imposiblemente escandalosa, con canciones chillonas, colores verdes y rojos por todos lados y un anciano vestido de rojo que prometía entregar regalos. La gente abarrotaba centros comerciales como manadas de monos furiosos buscando algo que comprar.

Alana y Abby intentaron explicarme «el sentido de la Navidad», pero lo que decían se contradecía con lo que yo veía.

—Anímate, cariño. No todo es tan malo —dijo Abby, mientras colgaba una esfera brillante en el árbol que habían traído esta mañana—. ¡Contágiate del espíritu Navideño!

—No quiero contagiarme de nada, esto me parece una estupidez.

—¿Por qué? —preguntó Alana, desenredando unas luces que sacaba de una caja.

—Porque todo el mundo está más preocupado de «querer cosas» —respondí, cruzándome de brazos—. Y no me gusta cuando las personas quieren cosas. Me trae malos recuerdos.

—Geb...

—Déjalo. Es el Grinch —interrumpió Abby, dándome la espalda—. Quizás sea mejor que no lo lleves a tu casa, Ali, podría arruinarte la Navidad.

Miré a Alana, que me observó de regreso con lástima. Quería ir a su casa, compartir con su familia, pero en este contexto no me hacía mucha gracia.