CAPÍTULO 14: CLASE DE POCIONES Parte 2

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Mi primera semana paso muy rapida. Estuve todo el tiempo con Ron y Harry, son muy buenos amigos, no podía pedir a nadie mejor. También ayude a cubrir a los gemelos en una de sus bromas para que Filch no los pillara. Estaba deseando poder hacer alguna broma con ellos, a decir verdad me encantaban las bromas y no sabía por qué, aunque nunca hice ninguna porque mi padre no le gustaban. Pero ahora estaba en Hogwarts y mi padre no me pillaría, el colegio era muy grande y nunca sospecharía que fui yo entre cientos de estudiantes. Sin duda le pediría a los gemelos que me dejaran hacer alguna broma con ellos.

El viernes fue un día importante para Harry, Ron y para mí. Por fin encontramos el camino hacia el Gran Comedor a la hora del desayuno, sin perdernos ni una vez.

-¿Qué tenemos hoy?-nos preguntó Harry, mientras echaba azúcar en sus cereales.

-Pociones Dobles con los de Slytherin-respondió Ron-Snape es el Jefe de la Casa Slytherin. Dicen que siempre los favorece a ellos... Ahora veremos si es verdad.

No le dije que mi padre no era así porque sé que lo hacía, además creo que no se dieron cuenta de que yo era su hija, o no lo comentaron, porque seguro lo habían escuchado de todos esos alumnos pesados que no paraban de decirlo.

-Ojalá McGonagall nos favoreciera a nosotros-dijo Harry. La profesora McGonagall era la jefa de la casa Gryffindor; pero eso no le había impedido darnos una gran cantidad de deberes el día anterior.

Justo en aquel momento llegó el correo. Yo ya me había acostumbrado, pero la primera mañana me impresionó un poco cuando unas cien lechuzas entraron súbitamente en el Gran Comedor durante el desayuno, volando sobre las mesas hasta encontrar a sus dueños, para dejarles caer encima cartas y paquetes. Yo no había recibido ninguna carta debido a que a la única persona a la que le escribiría estaba conmigo en Hogwarts. Aunque a decir verdad aún no había tenido oportunidad de hablar con mi padre, ya que no había tenido clases con el todavía y con las clases y deberes no lo había visto, solo nos mirábamos a la hora de comer y nos sonreímos. Al parecer no estaba enfadado por caer en Gryffindor, o eso parecía. Por suerte, hoy tenía clases con el y aprovecharía para hablarle.

Harry aún no había recibido ninguna carta, hasta hoy. Cuando su lechuza la dejo en la mesa Harry se apresuró a abrirla, y la leyó en voz alta:

Querido Harry,

Sé que tienes las tardes del viernes libres, así que ¿te gustaría venir a tomar una taza de té conmigo, a eso de las tres? Quiero que me cuentes todo lo de tu primera semana. Envíame la respuesta con Hedwig.

Hagrid

Harry cogió prestada la pluma de Ron y contestó: «Sí, gracias, nos veremos más tarde», en la parte de atrás de la nota, y la envió con Hedwig. Ron y yo decidimos ir con él.

Una vez terminamos de comer nos dirigimos a nuestra clase de pociones. Estaba muy emocionada, iba a tener mi primera clase con mi padre.

Las clases de Pociones se daban abajo, en un calabozo. Hacía mucho más frío allí que arriba, en la parte principal del castillo.

Papá, como Flitwick, comenzó la clase pasando lista y, como Flitwick, se detuvo ante el nombre de Harry

-Ah, sí -murmuró-Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad-Parece ser que a mi padre no le cae bien Harry.

Draco Malfoy y sus amigos Crabbe y Goyle rieron tapándose la boca. Papa siguio pasando lista, y cuando dijo mi nombre y apellido todos empezaron a murmurar, incluso Harry y Ron me miraron. Terminó de pasar lista y miró a la clase. Podría parecer que sus ojos eran fríos y vacíos, pero eso era para quien no lo conocía, yo veía en el todas sus emociones y cuando puso su mirada en mí, vi cariño y amor.

Emma Potter y la Piedra Filosofal (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora