CAPÍTULO 41: VOLDEMORT

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Donde tendría que haber estado la nuca de Quirrell, había un rostro, la cara más terrible que hubiera visto en mi vida. Era de color blanco tiza, con brillantes ojos rojos y ranuras en vez de fosas nasales, como las serpientes.

-Harry Potter... -susurró.

-¡Que feo!-grite llamando si atención. No podía dejar que matase a Harry-Ya entiendo de dónde viene un nombre tan feo. A persona feo nombre feo-dije distrayendolo para que Harry escapase

Harry trató de retroceder, pero sus piernas no le respondían.

-Silencia a la niña-dijo sin mirarme. Pero bueno, ¿Que les pasa conmigo?¿Soy invisible o que?

Quirrell hizo lo que se pidió y al momento ya no podía ni decir mu.

-¿Ves en lo que me he convertido? -dijo la cara dirijiéndose a Harry -. No más que en sombra y quimera... Tengo forma sólo cuando puedo compartir el cuerpo de otro... Pero siempre ha habido seres deseosos de dejarme entrar en sus corazones y en sus mentes... La sangre de unicornio me ha dado fuerza en estas semanas pasadas... tú viste al leal Quirrell bebiéndola para mí en el bosque... y una vez que tenga el Elixir de la Vida seré capaz de crear un cuerpo para mí... Ahora... ¿por qué no me entregas la Piedra que tienes en el bolsillo?

Vaya, entonces Harry tiene la piedra en el bolsillo. Este lo sabe todo.

-No seas tonto -se burló el rostro-. Mejor que salves tu propia vida y te unas a mí... Y también podríamos salvar a tu...-dijo mirándome. Durante un segundo creí ver sorpresa en su rostro, pero paso muy rapido-... amiga, o tendrás el mismo final que tus padres... Murieron pidiéndome misericordia...

-¡MENTIRA! -gritó de pronto Harry.

Quirrell andaba hacia atrás, para que Voldemort pudiera mirarlo. La cara maligna sonreía.

-Qué conmovedor -dijo-. Siempre consideré la valentía... Sí, muchacho, tus padres eran valientes... Maté primero a tu padre y luchó con valor... Pero tu madre no tenía que morir... ella trataba de proteger...te ... Ahora, dame esa Piedra, a menos que quieras que tu madre haya muerto en vano.

-¡NUNCA!

Harry se movió hacia la puerta en llamas y yo le seguí, pero con dificultar al estar atada, pero Voldemort gritó: ¡ATRÁPALOS! y, al momento siguiente, sentí la mano de Quirrell sujetando mi muñeca y vi que hacía lo mismo con Harry. De inmediato, un dolor agudo atravesó mi nuca. Gritamos, luchando con todas nuestras fuerzas y, para mi sorpresa, Quirrell nos soltó. El dolor en la nuca amainó...

Mire alrededor para ver dónde estaba Quirrell y lo vi doblado de dolor, mirándose los dedos, que se ampollaban ante nuestros ojos. ¿Que estaba pasando? Estaba muy confundida.

-¡ATRÁPALO! ¡Atrápalo! -rugía otra vez Voldemort, y Quirrell arremetió contra Harry, haciéndolo caer al suelo y apretándole el cuello con las dos manos... Yo no podía hacer nada, en el forcejeo con Quirrell me había caído y al estar atada no podía levantarme. Harry parecía sufrir, pero pude ver a Quirrell chillando desesperado.

-Maestro, no puedo sujetarlo... ¡Mis manos... mis manos!

Y Quirrell, aunque mantenía sujeto a Harry aplastándolo con las rodillas, le soltó el cuello y contempló, aterrorizado, sus manos. Vi que estaban quemadas, en carne viva, con ampollas rojas y brillantes.

-¡Entonces mátalo, idiota, y termina de una vez! -exclamó Voldemort.

Quirrell levantó la mano para lanzar un maleficio mortal, pero Harry, se incorporó y se aferró a la cara de Quirrell.

-¡AAAAAAH!

Quirrell se apartó, con el rostro también quemado, y entonces me di cuenta: Quirrell no podía tocar su piel sin sufrir un dolor terrible. La única oportunidad de Harry era sujetar a Quirrell, que sintiera tanto dolor como para impedir que hiciera el maleficio...

Harry pensó lo mismo porque se puso de pie de un salto, cogió a Quirrell de un brazo y lo apretó con fuerza. Quirrell gritó y trató de empujar a Harry. Cerré los ojos al no querer ver cómo terminaría esto, pero podía oír los terribles gemidos de Quirrell y los aullidos de Voldemort: ¡MÁTALO! ¡MÁTALO!.

El dolor de la nuca era tan grande que, sin darme cuenta, estaba perdiendo el conocimiento. Lo último que llegue a ver fue como Harry se desplomaba en el suelo.

Emma Potter y la Piedra Filosofal (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora