CAPÍTULO 15: CLASE DE POCIONES Parte 3

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Afuera, se encontraban Harry y Ron, me alegraba que aún no se hubieran ido. Cuando me acerque escuché como Ron se quejaba de que tardaba mucho.

-Lo siento-solté nada más llegar a su lado-no os dije que el profesor Snape era mi padre porque no quería que os alejaseis de mi, y también los siento mucho Harry, mi padre es así de borde, y al parecer te tiene una mania especial, y tampoco quise contestar a las preguntas y dejarte mal, pero si no lo ha...- estaba diciendo todo eso rápidamente, casi atragantandone con las palabras, hasta que Harry me interrumpió.

-No pasa nada Emma, no es tu culpa, tu no has echo nada, solo respondiste a lo que te preguntaron, no te preocupes. Ha sido tu padre.

-Si, no pasa nada Emma. Pero, ¿Cómo puedes soportarlo? Y además, ¿porque nos alejariamos de ti por quién es tu padre? Tu no eres igual que él, que es lo que importa-dijo Ron después de Harry.

-Pues, bueno, ya sabéis, por la forma en que mi padre trata a los Gryffindor-respondí a la última pregunta.

-No nos alejariamos de tu por eso Emma-dijo Harry

-Claro que no-apoyó Ron.

-Y, Ron, mi padre no es así conmigo, es todo lo contrario-dije riéndome.

-¿Enserio? No me lo imagino-dijo también riendo Ron.

Después de hablarlo todo salimos de las mazmorras. Tenía que acordarme de hablar también con Hermione y pedirle también disculpas a ella.

Salimos del castillo cinco minutos antes de las tres y cruzamos los terrenos que lo rodeaban. Hagrid vivía en una pequeña casa de madera, en el borde del bosque prohibido. Una ballesta y un par de botas de goma estaban al lado de la puerta delantera.

Cuando Harry llamó a la puerta, oimos unos frenéticos rasguños y varios ladridos. Luego se oyó la voz de Hagrid, diciendo:

-Atrás, Fang, atrás.

La gran cara peluda de Hagrid apareció al abrirse la puerta.

-Entrad-dijo-Atrás, Fang.

Los dejó entrar, tirando del collar de un imponente perro negro.

Había una sola estancia. Del techo colgaban jamones y faisanes, una cazuela de cobre hervía en el fuego y en un rincón había una cama enorme con una manta hecha de remiendos.

-Estáis en vuestra casa-dijo Hagrid, soltando a Fang, que se lanzó contra Ron y comenzó a lamerle las orejas. Como Hagrid, Fang era evidentemente mucho menos feroz de lo que parecía.

-Este es Ron y ella Emma-dijo Harry a Hagrid, que estaba volcando el agua hirviendo en una gran tetera y sirviendo pedazos de pastel.

-Otro Weasley, ¿verdad? Y tu la hija de Snape ¿No?-dijo Hagrid, miranos de reojo-Me he pasado la mitad de mi vida ahuyentando a tus hermanos gemelos del bosque-dijo mirando a Ron.

El pastel casi nos rompió los dientes, pero finginos que nos gustaba, mientras le contabamos a Hagrid todo lo referente a nuestras primeras clases. Fang tenía la cabeza apoyada sobre la rodilla de Harry y babeaba sobre su túnica.

Nos quedamps fascinados al oír que Hagrid llamaba a Filch «ese viejo bobo».

-Y en lo que se refiere a esa gata, la Señora Norris, me gustaría presentársela un día a Fang. ¿Sabéis que cada vez que voy al colegio me sigue todo el tiempo? No me puedo librar de ella. Filch la envía a hacerlo.

Harry le contó a Hagrid lo de la clase de mi padre. Hagrid, como Ron y yo, le dijo a Harry que no se preocupara, que a Snape no le gustaba ninguno de sus alumnos. Yo me mantuve al margen de la conversación, no me gustaba que hablaran mal de mi padre, pero no podía negar nada de lo que dijo Harry.

-Pero realmente parece que me odie.

-¡Tonterías!-dijo Hagrid-¿Por qué iba a hacerlo?

Sin embargo, yo no podía dejar de pensar en que Hagrid había mirado hacia otro lado cuando dijo aquello. Sabía que mi padre odiaba a Harry por como se comportaba, pero no sabía a qué se debía ese odio.

-¿Y cómo está tu hermano Charlie?-preguntó Hagrid a Ron-Me gustaba mucho, era muy bueno con los animales.

Mientras Ron le hablaba a Hagrid del trabajo de Charles con los dragones, Harry y yo miramos el recorte del periódico que estaba sobre la mesa. Era de El Profeta.

RECIENTE ASALTO EN GRINGOTTS

Continúan las investigaciones del asalto que tuvo lugar en Gringotts el 31 de julio. Se cree que se debe al trabajo de oscuros magos y brujas desconocidos.
Los gnomos de Gringotts insisten en que no se han llevado nada. La cámara que se registró había sido vaciada aquel mismo día.
«Pero no vamos a decirles qué había allí, así que mantengan las narices fuera de esto, si saben lo que les conviene», declaró esta tarde un gnomo portavoz de Gringotts.

Recorde que Ron nos había contado en el tren que alguien había tratado de robar en Gringotts.

-¡Hagrid!-dijo Harry-¡Ese robo en Gringotts sucedió el día de mi cumpleaños! ¡Pudo haber sucedido mientras estábamos allí!

Aquella vez no tuve dudas: Hagrid decididamente evitó su mirada. Gruñó y le ofreció más pastel. Pero ignore ese hecho, estaba pensando en otra cosa que dijo Harry.

-¿El 31 de julio es tu cumpleaños?-le pregunté al de gafas.

El asintió.

-Si, ¿Porque?

-¡Porque el mío también!-dije sonriendo divertida. Compartía el cumpleaños con uno de mis mejores amigos

-¿Enserio? Que bien, este año lo celebramos juntos si mis tíos me dejan-me dijo sonriente, a lo que asentí.

Regresamos al castillo para cenar, con los bolsillos llenos del pétreo pastel que fuimos demasiado amables para rechazar.

Emma Potter y la Piedra Filosofal (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora