Mi último mes antes de ir a Hogwarts lo pasé preparándome para las clases. Mi padre se pasó el mes entero dándome clases y ayudándome en pociones, la verdad es que explica muy bien y a la primera lo entendía todo. Me leí todos los libros, eran muy interesantes. No quiero que en el colegio digan que sacó buenas notas porque mi padre es un profesor. Ya hemos hablado de eso, en Hogwarts solo seremos profesor y alumna, y no me beneficiará por nada, si voy mal en pociones me suspenderá como al resto. Aunque dudo que vaya mal, ya que amo las pociones.
Mañana ya era 1 de septiembre, por lo que revise que lo tenía todo y que no se me olvidará nada. Como ya he dicho soy muy despistada, por lo que no dudaba en que se me podría olvidar algo si no lo revisaba, hasta la varita.
El resto del día lo pasé haciendo cualquier cosa: leí un par de libro; hice pociones con mi padre; hasta ayude a mi padre en cualquier cosa par que el pudiese preparar todo para mañana. Y después de cenar me fui a dormir temprano, mañana iba a ser un día muy ajetreado y lleno de emociones.
Me levanté a las seis de la mañana y baje corriendo al salon, estaba muy emocionada. Allí ya se encontraba mi padre.
-Buenos días Emma-dijo-que raro que estés despierta a estas horas.
-Buenos días papa -respondí -No podía dormir más, no cuando sé que en pocas horas estaré llendo a hogwars.
- Lo se, pero mejor que duermas un rato mas, aún hay tiempo, además mañana empiezas tus clases, deberías estar descansada-comentó.
-No te preocupes papa, ya dormiré en el viaje en tren, ahora ya no puedo, solo tengo ganas de que sean ya las 11.
No pensaba dormir en el tren, quería aprovechar todas las horas para hacer amigos, solo lo dije para que no insistiera más.
-Bueno, desayuna y revisa otra vez tu cosas, no vaya a ser que se te olvide nada. Después podrías empezar a vestirte, ya sabes cuánto tardas siempre en hacerlo- me dijo mi padre.
-Papa ya lo he revisado todo muchas veces y no se me olvida nada, ademas, no tardo tanto en vestirme- le contesté.
-¿Segura de que no te falta nada? -dijo mientras cogía de la mesa algo que no había visto y me lo daba. Mi cepillo de dientes. Al final sí que me faltaba algo-Sube y guardalo, después ven a desayunar, y antes de irnos te ayudaré a repasarlo todo por si acaso- me ordenó ignorando mi segundo comentario.
Hice lo que me dijo y baje a desayunar. Una vez que me hube alimentado bien subí a mi cuarto a vestirme. Me puse unos vaqueros azules claros, una camiseta negra y unos botines del mismo color. Me recogí el pelo en dos trenzas y me dispuse a hacer cualquier cosa para distraerme hasta la hora de irnos. A las 10 mi padre cumplió lo dicho y me ayudó a revisar que lo tenía todo, al final me había olvidado meter en el baúl el libro de trasformaciones que estuve leyendo ayer. Ya a las 10 y media, metí a Noir en su jaula y nos aparecimos en la estación de King's Cross.
Ya en King's Cross papa cargó mi baúl en un carrito y nos dirigimos a los andenes 9 y 10.
-Bien, Emma, ahora lo único que tienes que hacer es andar recto hacia la barrera que está entre los dos andenes. No te detengas y no tengas miedo de chocar, eso es muy importante. Lo mejor es ir deprisa, si estás nerviosa-me explicó mi padre.
-Vale -respondí- nos vemos en unas horas papá, te quiero.
Mi padre no me acompañaba hasta el andén porque tenía que irse ya a Hogwarts, porque que tenía que estar un tiempo antes de que los alumnos llegasen.
-Y yo a ti cariño, anda entra no vaya a ser que pierdas el tren- me dijo mi padre mientras se agachaba casi a mi altura y me daba un beso en la cabeza. Se tuvo que agachar mucho porque era bastante bajita, hasta para mi edad.
Una vez me despedí de mi padre corrí hacia los andenes y atravesé la pared. Una locomotora de vapor, de color escarlata, esperaba en el andén lleno de gente. Un rótulo decía: «Expreso de Hogwarts, 11 h». Mire hacia atrás y vi una arcada de hierro donde debía estar la taquilla, con las palabras «Andén Nueve y Tres Cuartos».
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Emma Potter y la Piedra Filosofal (COMPLETA)
FanficEmma Potter se ha quedado huérfana y la ha adoptado ni más ni menos que el profesor más temido en Hogwarts, Severus Snape. Emma es muy feliz aunque su padre este ausente bastante tiempo por su trabajo, hasta que un buen día recibe su carta de Hogwar...