CAPÍTULO 39: A TRAVÉS DE LA TRAMPILLA Parte 6

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Un tufo desagradable nos invadió, haciendo que nos taparamps la nariz con la túnica. Con ojos que lagrimeaban debido al olor, vimos, aplastado en el suelo frente a ellos, un trol más grande que el que habíamos derribado, inconsciente y con un bulto sangrante en la cabeza.

-Me alegro de que no tengamos que pelear con éste -susurró Harry, mientras pasabamos con cuidado sobre una de las enormes piernas-. Vamos, no puedo respirar.

¿No se dan cuenta? Esta es la prueba de Quirrell. Qué casualidad ¿No? Alguien suelta un troll por las mazmorras y por casualidad Quirrell tenía otro aquí. Ay, cuando quieren están ciegos.

Harry arió la próxima puerta, los tres casi sin atrevernos a ver lo que seguía... Pero no había nada terrorífico allí, Sólo una mesa con siete botellas de diferente tamaño puestas en fila.

-Snape -dijo Harry-. ¿Qué tenemos que hacer Emma?-dijo mirándome.

-No lo sé, vamos a ver-le conteste.

Pasamos el umbral y de inmediato un fuego se encendió detrás de nosotros. No era un fuego común, era púrpura. Al mismo tiempo, llamas negras se encendieron delante. Estabamod atrapados.

-¡Mirar! -Hermione cogió un rollo de papel, que estaba cerca de las botellas. Mire por encima de su hombro para leerlo:

El peligro yace ante ti, mientras la seguridad está detrás,
dos queremos ayudarte, cualquiera que encuentres,
una entre nosotras siete te dejará adelantarte,
otra llevará al que lo beba para atrás,
dos contienen sólo vino de ortiga,
tres son mortales, esperando escondidos en la fila.
Elige, a menos que quieras quedarte para siempre,
para ayudarte en tu elección, te damos cuatro claves:

Primera, por más astucia que tenga el veneno para ocultarse siempre encontrarás alguno al lado izquierdo del vino de ortiga;

Segunda, son diferentes las que están en los extremos, pero si quieres moverte hacia delante, ninguna es tu amiga;

Tercera, como claramente ves, todas tenemos tamaños diferentes: Ni el enano ni el gigante guardan la muerte en su interior;

Cuarta, la segunda a la izquierda y la segunda a la derecha son gemelas una
vez que las pruebes, aunque a primera vista sean diferentes.

Hermione dejó escapar un gran suspiro y Harry, sorprendido, vio que sonreía, lo último que había esperado que hiciera. Yo sabía que reaccionaria así.

-Muy bueno -dijo Hermione-. Esto no es magia... es lógica... es un acertijo. Muchos de los más grandes magos no han tenido una gota de lógica y se quedarían aquí para siempre.

-Pero nosotros también, ¿no?-dijo Harry.

-Por supuesto que no -dije-. Lo único que necesitamos está en este papel. Siete botellas: tres con veneno, dos con vino, una nos llevará a salvo a través del fuego negro y la otra hacia atrás, por el fuego púrpura.

-Pero ¿cómo sabremos cuál beber?-pregunto Harry.

-Dame un minuto-dijo Hermione, pero antes de que pudiera empezar a adivinar el acertijo la pare.

-Hermione, se que eres perfectamente capaz de hacerlo y sé que tienes ganas, pero... Yo ya me lo sé, mi padre me hizo este mismo acertijo hace un par de años, claro, que no eran venenos de verdad, solo eran zumos. Pero la cosa que no tenemos un minuto.

-¿Sabes cuál es?-me preguntó asombrado Harry.

-Si, ¿No escuchas? Además de cegato, sordo-dije riendo.

-Vale, cuando salgamos de esto lo resolveré, dinos cuál es Emma-me dijo Hermione. Se veía que le hacía ilusión hacer el acertijo, pero ella sabía que no teníamos tiempo.

-La más pequeña nos llevará por el fuego negro, hacia la Piedra-le dije.

Harry miró a la diminuta botella.

-Aquí hay sólo para dos de nosotros -dijo-. No hay más que dos tragos.

Nos miramos.

-¿Cuál nos hará volver por entre las llamas púrpura?-Pregunto Hermione.

Señale una botella redonda del extremo derecho de la fila.

-Ustedes beber de ésa -dijo Harry-. No: volver, buscar a Ron y coger las escobas del cuarto de las llaves voladoras. Con ellas podréis salir por la trampilla sin que os vea Fluffy. Id directamente a la lechucería y enviad a Hedwig a Dumbledore, lo necesitamos. Puede ser que yo detenga un poco a Snape o quien quiera que sea, pero la verdad es que no puedo igualarlo.

-No Harry, no irás solo. Una de nosotras irá contigo-le asegure. No iba a dejar que fuera solo.

-Ve tu Emma, eres mejor que yo-dijo Hermione, le iba a negar eso, ella es igual o más lista que yo, pero me interrumpio-No, es verdad, yo solo soy una comelibros Emma, pero a ti se te da buen todo sin tener que estudiar y eres mejor con la varita que yo. Y eso es lo que hace falta ahora, además, seguramente me quedaría paralizada del miedo.

Asentí complacida con los cumplidos hacia mi.

-Vale, pero no pienses eso de ti Hermione, vales mucho. Y bueno Harry... ¿y si Voldemort está allí?

-Bueno, ya tuve suerte una vez, ¿no? -dijo Harry, señalando su cicatriz-. Puede ser que la tenga de nuevo. Además, somos dos esta vez.

Los labios de Hermione temblaron, y de pronto se lanzó sobre nosotros y nos abrazó.

-Tened cuidado chicos-nos dijo aún abrazándonos.

Nos separamos y le miramos.

-Tu también Hermione-dijimos al unisono-¡Vaya! Sincronización-Volvimos a decir a decir para suavizar el ambiente, pero no contaba con decirlo otra vez al unísono. Esta vez nos miramos asombrados, dos de dos, estamos de racha.

Nos pusimos serios y miramos a las botellas

-Bebe primero -le dijo Harry a Hermione-. Estás segura de cuál es cuál, ¿no?-me preguntó con duda

-Totalmente, confía más en mi -dije.

Hermione se tomó de un trago el contenido de la botellita redondeada y se estremeció.

-No es veneno, ¿verdad? -dijo Harry con voz anhelante.

-No... pero parece hielo.

-Rápido, vete, antes de que se termine el efecto-le ordene.

-Buena suerte... tener cuidado...

-¡VETE!-le gritamos al unísono. Ahora que estamos a punto de arriesgar nuestras vidas descubrimos que tenemos las mente conectadas. Que bien, si sobrevivimos pienso hablar al unísono todo el día con él, como los gemelos.

Hermione giró en redondo y pasó directamente a través del fuego púrpura.

Respire profundamente y Harry cogió la más pequeña de las botellas. Dio un trago, me paso la botella y paso las llamas negras. Yo también tome mi trago y le seguí.

Me di ánimo al ver que las llamas negras lamían mi cuerpo pero no me quemaban. Durante un momento no pude ver más que fuego oscuro. Luego me encontre al otro lado, en la última habitación.

Ya había alguien allí. Y era justamente quien yo creía.

Emma Potter y la Piedra Filosofal (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora