REENCARNADO COMO EL VILLANO DUQUE ORCO CERDO 2

16. Epilogo

Dentro de la habitación escasamente iluminada.

Tarde en la noche sin lunas, frii miro a través del ventanal.

Era la mejor habitación que la mansión de la condesa frix podía ofrecer.

Desde el balcón se apreciaba la vista del hermoso jardín y mas allá, la prospera ciudad era visible.

Hermosa mente iluminada pese a las horas de la noche lo que, era por si mismo un símbolo de prosperidad.

Incluso la niebla siniestra impropia de la temporada y el silencio penetrante de las calles vacías, no hicieron nada para apagar la hermosa escena.

En su lugar, la misteriosa armonía le daban un encanto único.

[...]

Frii mantuvo su mirada en tal paisaje, en toda la mansión ni los sonidos propios de la noche se atrevieron a perturbar el silencio...

Lentamente, la escena a través del ventanal cambio.

No era una ilusión, pero tampoco era real, mas bien, era como si sus recuerdos pasados y su presente se superpusieran en el ventanal.

Las llamas fogosas iluminaban la noche sin lunas, hasta obligarte a preguntarte si realmente era de noche.

Los cuerpos crucificados se amontonaban en el jardín y los gritos de miseria susurraban en el viento.

Delante de todo ese horror, una mujer apareció justo frente a frii.

Su figura era fascinante y su rostro dominante la hacía parecer una diosa.

Pero en sus ojos podridos no había un ápice de humanidad.

Sus prendas negras como la oscuridad mas profunda, adornada con patrones siniestros de rojo carmesí, transmitían una presión indescriptible.

Sin embargo, no podrías apartar tu mirada de ella, obligado por su cuerpo sensual que llamaba a sus victimas como una trampa letal.

Tal mujer, frii la conocía bien.

[¿Cuánto sufriste? ...]

En la pregunta de frii, la mujer no respondió.

En su lugar, lentamente levanto su mano y la puso contra el cristal.

Al ver esto, frii hizo exactamente lo mismo.

La mujer en el espejo siguió sin mostrar expresión alguna, pero lentamente las gotas sangrientas comenzaron a brotar de sus ojos.