Max
"¡Turner, duerma a ese evolucionado y tráigalo a la sede!" Habían sido las órdenes del operador, mientras yo solo sentía cómo la gota fría de sudor caía por el costado de mi frente cuando Columbus estaba por matar a ese joven.
Ahora sabía que pedían sedarlos para ponerlos bajo control. Había hecho eso siguiendo las órdenes de mi antiguo capitán antes... Sin saber lo que les deparaba. Creía que eran tratados y liberados, pero debí sospechar más. Tampoco era que me pusiera a filosofar seguido.
Aunque detestaba al tal Columbus, no era para meterlo en tal tortura. Claro que no fui mejor, quizá, al dispararle casi sin pensar, en la rodilla, al ver que estaba quedándome sin salidas.
—Hueles a ella —gruñó—. No tienes derecho a acercarte. —Estaba furioso.
Le rasgó la piel al pobre tipo y saqué la otra arma, que ya tenía lista, y disparé.
Se había burlado de que no podíamos matarlos, pero al ver que no dudé, pude ver algo de miedo en sus ojos, debajo del dolor, cuando lo amenacé de esa forma tan fría.
—Sé lo que haces, sé lo que intentaste —siseé, apuntándole a la frente. Él todavía en el suelo—. Vuelve a molestarla o a ponerle un dedo encima y, apenas me entere, estás muerto.
El joven herido había corrido y caído desmayado, no muy lejos, y mi equipo ya lo estaba atendiendo. Columbus respiraba hondo, con el ceño fruncido y la mirada inyectada en rabia, pero se arrastró lejos de mi arma y se puso de pie con mucha dificultad, para irse casi corriendo, aunque cojeando.
***
—Necesito vacaciones —renegué.
—¿Y sigues con tu chica? —preguntó Marcos.
Se sirvió algo de comida.
—¿Por qué preguntas como si hubieran pasado meses? Creo que no ha pasado ni una semana.
—Es que contigo, nunca se sabe.
—Hombre de poca fe —le recriminé.
John, que también estaba ahí, rio.
Nos sentamos en una de las tantas mesas. La cafetería del cuartel estaba llena. Habíamos regresado de dar una corta conferencia de presa porque los ciudadanos ya estaban empezando a excitarse con la idea de ver evolucionados. Tontos.
—Para mí que es mentira —se burló John.
—Okey, cree lo que quieras, pero sí tengo novia. Y estoy enamorado de ella —me jacté—. Estamos trabajando en su agresividad, pero todo va bien.
Marcos casi se atragantó.
—¿Qué? —rio—. ¿Estamos hablando de una chica o de un animal?
—Mierda —renegó John—. No tienes que restregarnos tu salvaje vida sexual en nuestras caras.
Reí.
—No me refiero a que sea agresiva en eso, ¡puerco!
—¿Entonces no te rasguña la espalda? —se burló.
—Ja. Rasguña, sí, pero no mi espalda. —Sonreí como tonto, viendo la comida, jugando con el cubierto.
Alcé la vista y ambos me miraban pasmados. Bah, ¿y ahora qué?
—¿Es una evolucionada? —preguntó Marcos de pronto, mirándome como si estuviera viendo a Judas en tanga.
—¿Qué? N-no...
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Ojos de gato Ursa
Ciencia FicciónElla no es humana y él, que debe detestar a su especie, no puede dejar de pensar en ella. Max es un joven militar y su misión es defender a la ciudad de aquellos peligrosos Humanos Evolucionados. Sin embargo, luego de conocer a Ursa, una chica evol...