Para Shanks, Buggy era algo tonto. Despistado y interesado.
Pero era su amigo después de todo. Había crecido con el, ademas era bueno en algunas cosas. Y le ayudaba demasiado en algunas cosas.
¡Buggy! ¡Atrapa!— Le cayó una fruta extremadamente dura en la cabeza haciendo que el de nariz roja maldeciera a él pelirrojo quien estaba arriba del árbol.
¡Maldito!— De inmediato sus extremidades se separaron subiéndose a la altura de Shanks para jalarle los cabellos al pelirrojo.
Estaban en la isla del cielo. Más que contentos, ya que la tripulación tenía consigo a un nuevo compañero. Oden, quien ayudaba a su capitán. Shanks y buggy lo adoraban por que Oden era un tipo muy genial.
¡Wow! ¡Es oro! ¡Hay que robarla!— Shanks carcajeó al ver a Buggy encantado por la campana de oro.
Aunque ya en sus mares. Tuvieron la desdicha de que buggy enfermara y no pudiese ir a la última isla. Shanks se quedaría con el. Obviamente.
Su capitán se fue dándole suerte. Shanks le dijo que se encargaría de todo. Pero no esperaba que los marines trataran de cazarlos.
Tuvieron que esconderse durante mucho tiempo. Shanks estaba enojado la mayoría del tiempo, si no es que casi siempre. Buggy estaba arto de estar encerrado.
Creo que nos están viendo..— Dijo Shanks. A pesar de ser un niño tenía sus sentidos muy agudizados. Pronto escucho una cámara. Gruñó y salió de la casa. Si tenían que tomar fotos que fuese solo a él.
¡Quédate dentro idiota!—
¡Yo también puedo pelear!— Shanks gruñó. ¿Que iban a hacer? Seguro Rayleigh los regañaría, estaba seguro.
Shanks solo atinó a cubrir la cara de buggy, lo empujó hacia atrás poniéndose frente de él.
¡Oh! ¡Linda cara muchacho!— Salió un tipo plumado, shanks apretó el agarre de su espada.
Pero lamentablemente no vengo a pelear ¿shanks y Buggy? ¿Verdad?— Shanks no contestó. En vez de eso se acercó queriendo atacar. Pero el ¿pájaro? Se fue y fue bastante rápido.
¡Idiota! ¡Te tomó foto a ti!— Buggy agarro la camisa de Shanks reclamándole. Shanks lo miro y suspiró.
Tenemos que salir menos..— Dijo. Podían chantajear a su capitán con ellos. No podían permitir eso. Buggy lo entendió.
Y su cartel salió. Cuando llegaron de la última isla, Rayleigh los regañó. Pero que importaba. Su capitán era el rey de los piratas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
