Cuando Law conoció a Zoro, bueno en su mente solo estaba lo raro y pequeño que era.
Era muy verde, y tenía una cara extraña. Tenían algo en común. Les gustaban los oniguiris.
Además Law pensaba que Zoro era un tipo de cosa marina por su cabello.
En cambio zoro no le importaba mucho Law. Se la pasaba entrenando, y lastimándose para ganarle a Kuina.
Cosa que Law veía siempre que su padre lo llevaba al dojo. Por eso Law siempre llevaba un botiquín y comida siempre que iba.
Obvio, miraba mal a Kuina y se iba ofendido a curar a Zoro. Quien en cuanto veía a Law se acercaba a él y se sentaba en el piso ofreciendo sus manos para que fuesen curadas.
¿De nuevo? Te dije que tuvieras cuidado— Zoro no contestó ya que estaba comiendo lo que Law le había traído.
Trago y lo miro.
Es que tenía que entrenar— Law solo rodó los ojos. Zoro siempre tenía que entrenar.
Zoro comió todo, cuando por fin estuvo curado, siguió a Law a su lugar. Que era un lugar en el campo lleno de flores. En donde zoro le mostraba a Law lo que aprendía y como superaría a Kuina próximamente.
Pronto me tendré que ir— Dijo Law. Zoro esta vez lo miro. Lo miro de una manera que jamás había presenciado Law.
¿Por que? — Preguntó. Law solo dijo que debía de volver a su ciudad.
¿No te gusta aquí? Quédate aquí— Law frunció el seño.
No es tan fácil idiota— Dijo, zoro miró sus manos llenas de vendas.
Quédate aquí, si no te quedas nadie va a curarme— Dijo, Law sintió su corazón acelerarse. No entendió el sentimiento y solo desvió la mirada.
Pues tendrás que aprender a curarte tu solo— Dijo Law levantándose.
¡No puedo! Tienes que curarme tu— Dijo jalando el brazo de Law. Pronto se convirtió en una pelea. Terminaron revolcados en el piso, obviamente a pesar de todo Law es mucho más grande que zoro, y terminó aplastándolo contra el suelo.
No me voy a quedar solo por que tú lo digas, idiota— Dijo soltándolo, zoro levantó la cabeza, tenía la cara llena de tierra.
¡Bien! ¡Entonces vete!— Zoro se dio la vuelta para no mirarlo. Law rodó los ojos. Era obvio que estaba llorando.
¿Estás llorando?— Preguntó poniendo una mano sobre su cadera.
¡No estoy llorando!— Dijo zoro casi gritando.
Bien, bien, no estás llorando, entonces ya me voy tengo que hacer maletas— Dijo Law. Estuvo apunto de darse la vuelta cuando lo agarró del brazo.
Y ahí estaba. Zoro con la cara roja, con el seño fruncido mordiéndose el labio.
¿Cuando volverás? — Law ablandó su mirada.
No se, pero mira— Law saco un papel, y lo corto dándole un pedazo a Zoro.
Cuando quieras venir solo úsalo, siempre vendrá a mi..— Zoro miro el papel. No era una persona que guardara muy bien las cosas, pero él prometió a sí mismo cuidarlo mucho.
Nos vemos— Dijo finalmente dando una leve caricia al cabello de zoro para irse.
Zoro lo miró irse. Prometiéndose que algún día lo volvería a ver.
Y vaya que si, Sabondy fue un buen lugar para su reencuentro, pero esta vez eran rivales.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.