Rayleigh recordaba perfectamente a Roger cuando lo conoció, era muy extraño, a su punto de vista, era un hombre que tenía el mundo en sus manos sin saberlo aún.
Con el pasar de los años, entendió a Roger como nunca, se volvió su compañero, se volvió su mejor amigo.
Claro, eso estaba bien para el, pero ¿como Roger había crecido tanto? Rayleigh recordaba que podía rodear a Roger en un abrazo con sus brazos.
Ahora no podía, claro, eran de estatura, más o menos la misma, pero Roger era mil veces más grande que el, había tomado una cantidad de masa muscular increíble.
Roger era la definición perfecta de adaptación, se había adaptado a su fuerza, a sus habilidades, a soportar golpes que podían mover el mar con su cuerpo.
Al empezar Rayleigh se preocupaba por el, pero después del tiempo cuando vio que Roger no se moría por nada dejó de hacerlo.
Bueno, siempre se preocupaba pero confiaba más en que no moriría.
Rayleigh-san.. ¿por que el capitán es más grande?— Rayleigh miró a Shanks y a Buggy, aún era niños muy pequeños. Suspiró y se agachó para límpieles la nariz a ambos.
No salgan a cubierta, esta muy frío— Dijo, abrigando a ambos niños que caminaban tomados de la mano.
Sonrió al verlos meterse debajo de la mesa. Seguro Roger estaba en la cubierta creyéndose inmortal a los resfriados.
Rayleigh salió, y si, ahí estaba mirando la nieve caer.
Ey, metete, te vas a resfriar— Roger volteo a Rayleigh y le sonrió pronto se acercó para abrazarlo y llevarlo a ver lo que veía.
¡A él estaba escuchando! ¡Zunesha!— Rayleigh trago levemente. Aún mirando al gran elefante que caminaba sin rumbo alguno, era tan inmenso alado del Oro Jackson.
Roger se veía tan normal, emocionado por la isla en el lomo del elefante.
Claro cuando Rayleigh estornudo fue a él a abrazarlo, y le empezó a explicar lo que era Zunesha, mientras que Rayleigh se preguntaba cómo Roger mantenía sus extremidades calientes.
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