Ace estaba en una isla, después de tiempo de haberse convertido en un pirata había tomado a Barbablanca no de la mejor manera pero lo había hecho y estaba más que feliz.
Y cómodo más que nada. Escuchaba de su hermano menor casi siempre, eso le daba esperanzas.
Además el no era alguien que se desasía a la primera.
Hasta que tuvo un encuentro que lo dejó atónito.
El ejército revolucionario. Se toparon, y fue al instante. Como si dos bestias estuvieran defendiendo territorio, fue un choque de manos que fue casi un estruendo.
Pero Ace lo vio, lo miro a los ojos y fue de inmediato.
¡¿Sabo?!—Ace aún haciendo fuerza lo miró, tenía una cicatriz y el pelo más largo. El seño fruncido y algo confundido.
¡Sabo! ¡Soy yo! ¡Ace!— Aunque el esperó algo más. Sabo se separó de él y lo miró desconfiado.
¿Y eso a mi que?— Ace se sintió extrañamente ofendido. Eran hermanos.
¿Que? Soy Ace, ¡tu hermano!— Ace se acercó levemente a él, dejando que la llama de su cuerpo se apagara.
¿Mi hermano?— Está vez miro como él pensaba sus palabras.
Sabo había perdido la memoria hace muchos años. No sabía mucho de sí mismo, a si que no tenía mucho que decir.
No tenía nada que recordar, o algo que extrañar.
¡¿No me recuerdas?! ¿Y a Luffy?— Ace ya estaba tomando de los hombros a un desprotegido Sabo que lo miraba tratando de recordar.
Ace cambió su cara a una decepcionada. Suspiró y bajo la cabeza aún con sus manos en los hombros de sabo.
Supongo que no me recuerdas..— Dijo Ace. Si no lo hacía, o fingía que no lo recordaba ya no importaba.
Se veía bien, fuerte y parecía que comía bastante bien. A si que no se preocupó, sabía que en algún momento aceptaría ser su hermano o lo recordaría.
Mientras tanto sabo, después de ese encuentro extraño trataron de arreglar el golpe de estado de la isla si se podía decir a si, pero algunas cosas salieron mal.
Koala le echaba la culpa por haber peleado con un pirata solo por que si.
Sabo sentía que había arruinado meses de haber trabajado en el plan.
Pero no, una llamarada tan grande como él mismo sol arrasó con todos los soldados. Sorprendiendo a los soldados del ejército revolucionario.
Sabo sonrió. Él reconocía esa llamarada. ¿Era el pirata? Aunque sabo no lo miro después de esa vez. Busco sobre el. Portaste D Ace, segundo comandante de barbablanca.
Aunque quiso pensar en él como alguien conocido no pudo, sabo no recordó, pero algo le decía que lo haría.
Pero lo recordó en el momento más indeseable. Su hermano Porgast D Ace había sido asesinado en la guerra de los mejores, y el, él no había echo nada, por que él pensó que era un pirata cualquiera.
Oh, cuánto arrepentimiento.
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