Law/Luffy
Bepo había sido testigo de todo. De como fue la declaración del Rey de los piratas. Luffy, jamás pensó ver a su capitán tan emocionado por eso, verlo sonreír.
Bepo y los demás estaban curiosos por todos. Pero se decía muchas cosas del nuevo rey pirata.
Que era un dios.
Que era el hombre más libre del mundo.
Que era de temer.
Que lo veías y pensabas que todo mal se iba.
No se supo más de los sombreros de paja, se supo unas cuantas cosas nada más, y jamás volvieron a ver al capitán.
Algunos decían que había subido al sol, y se había convertido en un dios.
Otros que veía la tierra desde el cielo.
Otros que simplemente se habían ido de este plano y estaba lejos de la humanidad siendo libre.Su capitán no era nada ajeno a esas teorías. Incluso, una vez visitando nuevamente Wano, visitó a el antiguo vicecapitan de los sombreros de paja.
Quien lo recibió con una gran sonrisa, y con entusiasmo invitándole algo de beber.
Law se mostró interesado por el paradero de luffy. Pero zoro solo se encogió en hombros.
Diciendo que nadie sabía donde estaba, pero que algo dentro de él le decía que luffy era feliz.Los siguientes días Bepo noto que su capitán estaba más serio.
Igual tampoco tocaron el tema.
Meses después. Fueron atacados, atacados de manera inesperada. Law incluso fue tomado desprevenido lo cual era sumamente raro.
Pero fue como un destello el que Bepo vio. Y cuando abrió nuevamente sus ojos, lo que miró fue algo mítico.
Si, era un dios ¿que más podía ser quien estaba sosteniendo a su capitán en el agua?
Al parecer se dio cuenta de su mirada. Lo volteo a ver con una sonrisa.Bepo se sonrojó, y quiso mirar a otro lado visualizando a la demás tripulación y a él Polar Tank, sanos y salvos pero inconscientes.
Al igual que su capitán.
Igual. Bepo se hizo el dormido nuevamente, cuando despertó la tripulación ya estaba de pie. Law estaba sentado en la orilla del mar.
Bepo se acercó a él sentándose a su lado.
Su capitán no dijo nada, solo se quedó mirando al mar. Bepo tampoco, no tenía nada que decir después de todo.
Pero, le quedaba claro que el dios del sol los observaba siempre.