Sanji y zoro, casi siempre eran los que recibían los malos golpes, claro juntando a luffy eran los que terminaban con más huesos rotos.
Primero, no pensaban, ella no sabía que tenían en la cabeza. Aunque cree seriamente que luffy solo tiene una roca en la cabeza. Zoro y Sanji seguramente son como los peces, mínimo buscan el agua para respirar.
Pero vaya, si que intimidaban. Más que nada zoro y Sanji. Podían estar golpeados a morir. Pero si alguien amenazaba a alguien ellos volteaban de inmediato. Claro, zoro es quien daba más miedo.
¡Oigan ustedes!— Nami puso sus brazos en su cintura. Sanji estaba alrededor de Robin, zoro estaba dormido, y ussop y luffy estaban jugando a las atrapadas.
¡Nami-Swann!— la mujer se tocó la cien. No quería saber dónde estaban Franky y Brook.
¿Y Chopper?— Preguntó.
Ah, está dormido con zoro— Dijo el de sombrero de paja. Fijo su vista en el reno dormido en la faja verde zoro. Nami ignoró eso.
Tenemos la ruta, si vamos para ese lugar lo más posible es que haya muchos marines.. debemos alejarnos lo más posible ya que está muy cerca de Sabondy— Bajo a la cubierta donde estaban todos, ignorando a Sanji revolotear a su alrededor.
Si ese era su día a día.
Pero no, tenían que enfrentarse a unos dos narcos de marines por que Luffy no sabía timonear, Ussop no dejaba de pegarle a luffy, claro que no ella misma lo haría si no estuviese ayudando. Zoro desapareció y de la nada un barco de la marina ya estaba hundiéndose.
Obvio el pelo verde sonrió con arrogancia hacia Sanji, a quien le salió una vena en la frente. Si, con esos dos compitiendo todo era rápido, más cuando luffy se unió a la competencia.
Lamentablemente terminaron en Sabondy, Sanji como siempre pero Zoro casi era atrapado dos veces, para ella era agotador ir con ellos.
Hasta que vieron algo sorprendente. Nami tenía conocimientos un poco de esos seres. Tenryuubitos, los nobles mundiales. Tuvo que jalar a zoro y a Sanji quienes estaban ocupados peleando orillándolos para imitar a la gente que se arrodillaba.
¡Oye!— Antes de que zoro renegara le tapó la boca.
Cállate, esta vez no— Sanji sabía quienes eran al parecer. Gruñó y se arrodilló. Zoro se negó pero nami lo agarró de los cabellos golpeando su cabeza contra el suelo dejando al espadachín sin protestar.
¡Oh! ¡Quiero a esta!— El ambiente se tensó, y el cuerpo de nami comenzó a temblar. Escucho murmuros, no quería ni levantar la mirada.
Pero antes de que se diera cuenta ambos hombres a su lado se habían levantado.
¡¿Como se atreven a mirarme?!— nami levantó la mirada hacia ellos. Zoro ya estaba desenvainando su espada. Sanji, Sanji estaba prendiendo un cigarro.
¡Quiero a esa esclava ahora! ¡A ustedes muertos!— Aunque el noble les apuntaba con una arma a Sanji y a zoro, le temblaba la mano, claramente.
La gente murmuró, se asustó, y los guardias de él noble se acercaron amenazantes.
Chicos, no pueden.. v-vamos a morir todos— Dijo Nami jalando el pantalón de zoro. La ignoraron. Claro, eran hombres, no podía esperar más.
A los ojos de la gente fue una masacre. Ver como los dos hombres acababan primero con la seguridad y después con el noble quien a pesar de estar en desventaja no dejaba de decir quién era.
Claro a Zoro y a Sanji no podían importarles menos. Nami sabia que ambos no eran como luffy, ellos no dejaban vivas a las personas. Zoro fue quien dio el golpe final. Ignorando a los esclavos que venían con. Ellos, zoro tomó las bolsas de nami como si nada mientras que Sanji ayudaba a nami a pararse.
¿Estas bien?— Dijo Sanji a nami. Ella asintió.
Tenemos que irnos..— Dijo ella. Ignorando como la gente los miraba con miedo, algunos con pena. Sanji y zoro solo asintieron y se fueron de ahí.
Claro nami jamás diría que se sintió protegida por sus dos amigos. Se sintió tan unida a ellos Le habían declarado la guerra al mundo por ella.
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