Shanks veía atentamente al Niño que decía ser el hombre más valiente del mundo mientras comía un sándwich con una bandera incrustada en el medio, y jugó de naranja. Con una voz excepcionalmente chillona y agraciada para un niño de su edad.
¿Oh si? ¿Un valiente guerrero del mar?— Preguntó el pelirrojo al Niño. Quien lo miro con el seño fruncido.
¡No te burles Shanks!— Dijo el niño más que enojado levantándose en la silla. Shanks río en alto.
Anda anda, sigue comiendo— Dijo dándole el jugo. El Niño perdió toda la conversación agradeció y se sentó para tomarse el jugo.
Haciendo que el pelirrojo golpeara la mesa mientras reía.
¡Ey!— Luffy, renegó mientras todos reían en el bar de Makino, aún a si se tomó su jugo y comió su sándwich muy ofendido.
Si, era todo un poema con el niño. Shanks de alguna manera veía mucho más en el. Cuando se comió la gomu gomu no mi, vio que fue el destino en realidad quien lo trajo ahí.
Lo que tendría que soportar Shanks de parte de Garp después era historia.
Luffy veía como bandidos molestaban a Makino. Odiaba a los bandidos con su vida. ¡Los piratas eran mucho mejores!
El niño estaba entrando en una gran ansiedad, ya que quería hacer algo, Makino estaba siendo amable como siempre. ¿Donde estaba shanks? Estaba aquí en la mañana. Él podría hacer algo.
Luffy gruñó al ver como jalaban a Makino.
¡Ey! ¡Dejen a Makino-san!— Se acercó a ellos queriendo golpearlos. Pero uno de ellos le metió el pie haciendo que tropezara y cayera sobre su cara.
Luffy escuchó la risa de los hombres asustado. Aun a si se levantó. Uno de ellos le agarró el brazo jalándolo.
¡Suéltame!— Luffy se quiso alejar haciendo que su brazo se estirara, el bar se quedó en silencio.
Es una fruta..— Dijo uno de ellos. Luffy seguía jaloneando.
¡Suéltenlo por favor! Solo es un niño— Luffy vio como Makino era goleada haciendo que cayera al piso.
Luffy tuvo miedo. La habían golpeado. ¿Por que? Luffy podía estar rojo del enojo, y rojo del miedo.
¡Suéltenme! ¡Malditos!— Lo echaron en una bolsa. Obvio él quiso salir. Odiaba a los bandidos, habían golpeado a Makino y no sabía a donde lo llevaban.
Golpearon la bolsa más de una vez para que se dejara de mover. Luffy seguía luchando a pesar de estar muy asustado, quería llorar, pero seguía gritando.
Aunque pronto dejó de gritar ya que habían golpeado la bolsa que habían dejado inconsciente a luffy.
En cambio, Shanks entraba junto a Ben al bar de Makino.
A decir verdad. Shanks solo había venido a esta isla a coquetear con Makino, pero había encontrado más razones para quedarse.
Dejo de pensar en eso cuando vio a Makino en el suelo, llena de vino, y con un golpe en la mejilla. De inmediato se agachó hacia a ella. Haciéndole una seña a Ben para que fuera por la tripulación. El mayor lo entendió y se fue.
Makino ¿qué pasó? — Shanks ya limpiaba la cara de la mujer con un paño. Ella lloraba sin consuelo alguno.
¿Quien te golpeó?—Pregunto nuevamente shanks.
Se lo llevaron.. L-luffy... se.. se llevaron a luffy— Dijo ella cubriendo su cara. Shanks miró a su alrededor. Maldita sea, no debió haberse ido.
Cuando llegaron los demás. Solo les dijo que él se encargaría, en lo que Hongo atendía a Makino. No fue difícil. Los bandidos no eran muy inteligentes a decir verdad.
¡¿Que carajo haces aqu— Ni si quiera los dejo terminar. La ola del Haki del emperador hizo que todos cayeran inconscientes. Menos un pequeño Niño que aún se encontraba peleando con una bolsa.
¡Suéltenme malditos!— Shanks sonrió levemente al escuchar esa voz chillona. Cuando abrió la bolsa. Luffy salió apresurado. Su nariz sangraba y tenía un ojo hinchado.
La mirada de luffy se ablandó al verlo, volviéndose una aguada, pronto una llena de lágrimas.
Oh, vamos no llores, pensé que eras un valiente guerrero del mar— Shanks puso su sombrero sobre la cabeza de luffy para cargarlo.
Luffy obtuvo consuelo de parte de shanks. Shanks no olvidaba que luffy era un niño pequeño, a si que no dudó en consolarlo.
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