El cielo, las flores, las cartas, tus demonios, los autos, cualquier estupidez me hacía recordar lo que no quería recordar. Sé que yo lo provoqué, porque te encontré en los lugares más insignificantes, porque intenté buscar tu nombre en las cosas que veo antes de llorar o reír.
Los colores siempre han sido sentimientos, pero las películas en blanco y negro siguen hablando mal de mí, nunca creí perderme tanto, pero encontré tu nombre hasta en los colores que no me gusta recordar, cada vez que los veo frente al parque al que me dirigía antes de llegar a tocar tu puerta.
Nunca creí perderme tanto, pero hice un escrito sobre los colores que me recuerdan a ti, ahora intento cerrar mis ojos cada vez que los veo brillar. Nunca creí perderme tanto, pero formé tu nombre entre tantos escritos que la policía no dudará en buscarte, y aquellos colores no dejarán de ser tuyos, porque tú les diste sentido, porque tú los apagaste.
Índigo, verde, amarillo y naranja…sigo mirando esos colores sobre mi vieja chaqueta.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
ПоэзияLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...
