Siempre miraba frente a tu ventana, no sabía que del otro lado se encontraba mi habitación olvidada, la cama que abandoné está justo ahí, las tazas, los libros, las cartas, la lámpara y las luciérnagas, la sábana en blanco y negro y las palabras que guardé dentro de cada cajón.
Pero el invierno llegó y el licor se congeló, escribí un poema para los hombres que murieron por mi culpa, no dijeron nada, pero el pozo comenzó a llenarse. El invierno se fue y decidí buscarte, observando lo ruidosa que era tu ventana, marcando mis cicatrices sobre tu puerta, ¿cómo diablos pudiste robarme todo?, escribí un poema para aquellos que me ayudaron a morir antes, no dijeron nada, pero mis días no han cambiado desde diciembre, el invierno se fue y tú supiste alejarte de la misma manera, ¿cómo diablos pudiste quedarte con todo?
Siempre miraba frente a tu ventana, ahora sé que me escondiste detrás de ella porque creíste que ya no volvería a entrar.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
PoesíaLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...