Nunca me gustó aquella blusa amarilla, aquella que aún puedo ver bajo tus suéteres, la que decidiste conservar desde que la olvidé, tontas noches de agosto.
Siempre pensé que me encontrarías bajo aquella sombrilla blanca, con la lluvia ácida viajando hasta el suelo, en cambio, la lluvia arruinó mis zapatos y la luna no me ayudó a salvarlos, tontas noches de agosto.
Olvidé que me dijiste que mis sentimientos no volverían a ser reales, decidí recordarlo ahora que no puedo irme de aquí, porque el tiempo nunca viaja tan lento hasta que empiezo a recordarte, tontas noches de agosto.
¿Por qué rompiste las cartas que no pudiste leer?, ¿por qué intentas callar lo que escribí por años?, ¿por qué decidiste entrar por mi puerta y golpear la mano que siempre hablaba tan lindo de tu cabello?, tontas noches de agosto.
Recuerda lo estúpidas que fueron nuestras noches de agosto y no vengas a visitarme, seguiré recordando todo esto y quizás en septiembre tampoco quiera verte.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
PoésieLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...