Volviste, regresaste, apareciste, jamás me cansaré de escucharte si me besarás después de hablar, era algo temprano, pero me llevaste hacia tu casa, tu habitación tenía rosas sobre la cama y luces estúpidas colgadas en las paredes, tomaste mi cintura y me sentaste junto a la almohada, escuché las disculpas más rápidas que por primera vez parecían ser sinceras, así lo sentí. Sabía por la forma en la que me estabas amando que me quedaría aquí toda la noche, tus labios pintaban mi cuello y decías "te amo" cada vez que nuestras miradas se encontraban, cariño, tengo miedo de volver a salir lastimada incluso ahora que estoy soñando.
Dejamos que el tiempo se agotara, porque las vidas no duran para siempre, pero desearía que este momento se quedara en nuestros recuerdos más fugaces. Nos recostamos sobre la cama, me besaste y cerramos los ojos, no estábamos muriendo...empezamos a dormir.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
PoetryLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...