Dicen que no debo llorar, pero cada vez que la luna sonríe, escucho a mis lágrimas resbalándose por todas las escaleras, intenté que me dejaras entrar, la puerta siempre estuvo cerrada, parece que ser un hombre significa lastimar, porque conté las razones por las que salí herida y el escrito se sentía tan largo que lo tuve que borrar.
Cigarrillos con olor a chocolate ocultando el olor de las chicas muertas que alguna vez conocí, a todas las que alguna vez lastimaste. Caminé alrededor de tus encantos y mi cabeza se cansó, como una droga tan profunda que probé en aquel triste diciembre, corrí alrededor de tus pecados y mi corazón se cansó, como una droga tan profunda que probé de nuevo en el siguiente triste diciembre, y en el siguiente, y creo que una vez más después.
Cigarrillos con olor a chocolate ocultando el olor de una pequeña chica muerta que alguna vez conocí, a la que alguna vez lastimaste, a la que nunca pude amar bien.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
PoesíaLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...
