"Tan verde como tu suéter que robé"

4 3 0
                                    

Lastimamos al cielo la última vez que toqué la tierra con mis manos, observaste al césped crecer, tan verde como tu suéter que robé, cegaste tus ojos y culpaste a la oscuridad, pero sabías mentir incluso si la linterna no estaba encendida. Creí que te conocía, pero olvidé que tus brazos pueden sentirse tan cálidos aunque no estén abrazándome. Detuviste cada una de las horas que quería ver alejarse, las recuerdo cada maldita noche, cuando la emoción se congela en mi mente y no puedo cerrar los ojos. Tomaste la daga más oxidada y dibujaste el camino sobre el muro blanco en el que nos besamos en una tarde de enero, no recordaste lo que hiciste desde que pintaron el muro de verde, tan verde como tu suéter que robé. Los testigos pintaron el camino de regreso, ahora nadie quiere buscarlo ni dibujarlo de nuevo. Lastimaste al cielo la última vez que me tocaste, creí que te conocía, pero nunca terminas de conocer a la persona que va a romper tu corazón.

Los poetas malditos nunca mueren IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora