Papel de cocinera

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Narra Sam:

Después de que el idiota de ojos verdes se fue, dejandome con la palabra en la boca, continué con mi injusto castigo.

Era asquerosamente sucia esta escuela. Los baños estaban llenos de cosas asquerosas que no quiero ni mencionar. No entendía como una escuela tan cara podia tener los baños así ¿Es qué acaso no pagaban a un maldito empleado para limpiar?

Estaba totalmente furiosa. Por culpa de ese niño mimado tendría que terminar de limpiar y cocinar para toda la escuela. Arggg como odio cocinar. ¿Ese chico quien se creía que era? No podía ir por la vida culpando a todos por las cosas que el ocacionaba ¿ Qué le había hecho yo para merecerlo?

Narra Harry:

Estaba harto de escuchar al estúpido profesor hablar. Odio matemáticas y esta clase era un martirio.

Había un asiento vacío cerca del mío. Supuse que era de la chica que estaba limpiando baños.

No era mi intención haberla culpado. Mis papás estaban muy ilusiónados con que yo estudiara en esta escuela, más debido a lo que pasó con mi hermana. No iba a arriesgar la beca por un accidente y arruinarle la ilusión a mis papás pero tampoco estaba dispuesto a cumplir tal castigo. Así que la mejor opción que encontré fue culpar al primero que se cruzó.

Sé que no estuvo bien lo que hice pero ya era tarde para repararlo. Yo me acerqué a ella con el propósito de ayudarla pero después que me mirara de mala manera, lo único que salió de mi boca fue una burla. Y no pude evitar dejar en obvio que fui yo el que ocacionó esto. Ahora tenía a una chica resentida dispuesta a hacer cualquier cosa para obtener venganza y yo no me iba a achicar frente a ella.

Narra Sam:

Después de tanto sudor y esfuerzo había terminado de limpiar los baños y me dirigiía la clase.

Entré al salón y todos se encontraban en silencio escuchando al profesor hablar- disculpe profesor- dije.

- Usted debe ser Sam Smith, me comunicaron que se encontraba castigada- respondió. _Pase, sientese  y preste atención.

Yo entré rápido y me dirigí a mi asiento. Todos las miradas estaban puestas en mi.

Me sentía intimidada, no me gustaba que todos me miraran y ahora sería conocidas como la chica que le metió la trava al director.

El profesor continuó con la clase. Yo levanté la cabeza, miré a la derecha y encontré la mirada preocupada de Niall puesta en mi. Se estará preguntando porque me había desaparecido. El profesor había mencionado un castigo pero porque me darían un castigo cuando yo no hice nada.

El timbre del recreo sonó y el aula quedó vacía. Niall se me acercó y dijo:
- ¿ Qué pasó? ¿ Donde te habías metido? Me descuidé un minuto y al voltear ya no estabas.

- Es una larga historia y estoy muy cansada, podemos sentarnos bajo un árbol y ahí te explico todo- Niall asintió

Nos dirijimos al parque y nos sentamos a la sombra de un árbol. Solté un largo suspiro.

- Sam, no te hagas la misteriosa. El profesor mencionó algo sobre un castigo ¿ A qué se refería?

- Niall tranquilizate, te contaré a todo pero necesito que te calmes.

- Ay mujer, me exasperas. Ya déjate de hacerte la misteriosa y explícame que voy a morir de intriga.

- Esta bien, fue así. El director venía caminando y se tropezó con un chico que le metió la trava y no tuvo mejor opción que culparme a mi, así que el director me llevó a dirección y me dió como castigo limpiar los asquerosos baños y encargarme de la cafetería. Todo por culpa del estúpido chico.

Río- vos nunca tenes suerte.

- Pero esto no va a quedar así, se lo voy a hacer pagar. Ya vas a ver.

- Vos siempre tan reencorosa- se burló -¿ A qué no sabes lo que me pasó? Caudo vos no estabas me hice amigo de un chico que es nuevo, es de Nueva York y está vivivendo con su tío. Vamos juntos a la misma clase y resulta que le gusta el fútbol como a mi.

-Que bueno Niall, me alegro que te hicieras un amigo pero espero que no me reemplazes por el.

- No, como crees, le hablé de vos, y nos invitó a una fiesta que se realiza en las afueras de la ciudad.

- Genial, ya quiero ir a mi primera fiesta y olvidar al idiota que provocó el castigo.

El timbre para entrar a clases sonó y Niall se paró-vamos, que vamos a llegar tarde y no quiero que te den otro castigo.

- No puedo, tengo que ir a preparar todo en la cafetería para el almuerzo.

- Bueno, pero no te enloquezcas.

-Trataré de no hacerlo.

Me despedí de Niall y fui directamente a la cocina. El menú de hoy era puré de papas con gravy y un suculento trozo de pollo. Yo me encargaría de ayudar a cocinera.

Esa mujer me volvió loca, tenía un humor de perros y todo lo que hacía estaba mal. La realidad era que odiaba cocinar y no me iba a esforzar en eso.

El timbre sonó, indicando que era la hora del almuerzo. La mujer se cansó de mis quejas y me mandó a servir la comida.

La cola de adolescentes hambrientos era infinita. Las miradas curiosas estaban dirigidas a mi. Sus caras mostraban confución, seguramente se estarán preguntando porque está la chica nueva de cocinera.

Levanté la cabeza dispuesta a servirle una porción de pollo a el próximo en la fila pero descubrí unos profundos ojos verdes observándome. Los culpables de que yo me encontrase en este lugar.

- Te queda bien el papel de cocinera muñeca, ¿nunca pensaste trabajar de eso?- dijo divertido.

- Escúchame bien idiota, vos no me conocés a mi, no sabes de lo que soy capaz. No se que razones tuviste para culparme a mi de lo que vos hiciste, pero esto no tiene perdón. Te recomiendo que te cuides la espalda.

Acercó su boca a mi oído, podía sentir su aliento chocar contra mi piel- No me das miedo muñeca- susurró, lo que provocó que una sensación extraña recorriera mi cuerpo.

Holaaa
Espero que les haya gustado el cap. Pronto subiré el otro. Comenten y voten.
Les está gustando la nove? Que creen que pasará con Harry?

Una casualidad explosiva [H.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora