Fria caida

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Narra Harry:

Llevaba más de una semana en París no había hecho nada divertido todavía. Además de ir a la fiesta que no salió muy bien que digamos. No había salido mucho debido a mi pelo rosa, pero hoy al levantarme me di cuenta que mi cabello volvió a su color natural, gracias a Dios resultó ser tinte temporal.

Tenía ganas de hacer algo pero no sabía que cosa, podía llamar a Niall pero seguro iba a hacer algo con Sam y no tenia ganas de que me amargue el día. Seguía sumergido en mis pensamientos cuando mi tío entró a la casa.

- Oh, Harry veo que recuperaste tu color, que lastima, el rosa te quedaba bien piyo.

- Mentira, me quedaba horrible, no podía salir porque me daba vergüenza que me vean así.

- Bueno, yo justo iba a salir ¿ por qué no venís conmigo y hacemos algo juntos? Hay una pista de patinaje en el centro que tenes que visitar si o sí, y hoy mi mariposon es tu día de suerte.

- Ay tio, no me llames así, suena muy marica.

- Deja de quejarte y levantate que nos vamos.

- Esta bien.

Ya en la pista de patinaje me até mis patines y me paré para entrar a la pista. Puse un pié en la pista y casi me voy de boca. Soy un patinador horrible, avanzé un poco para agarrarme del barandal y vi pasar a mi tío velozmente. Patinaba como un patinador profesional. Se impulsó y dio una voltereta en el aire. Parecía una pluma.

Narra Sam:

El día de ayer había sido fantástico. Gracias a Niall pude cumplir uno de mis sueños. Además el clima estaba ideal para disfrutarlo y que mejor que conocer una de las más lindas ciudades del mundo.

Hoy Niall iba a salir con unos amigos del instituto. Así que hoy tenía el día solo para mi. Había escuchado sobre una nueva pista de patinaje que se había estrenado hace poco, yo siempre fui buena en patinaje sobre hielo, así que hoy iba a volver a hacer lo que tanto me gustaba.

La pista quedaba lejos, tomé un bus que me dejaba a unas cuadras de la pista. Después de 20 minutos de viaje, me bajé en la parada y empezé a caminar hacia la pista. El día esta hermoso, el sol brillaba y se podía escuchar el canto de los pájaros. Iba caminando distraída cuando me choqué con una persona. Levante la cabeza y vi a una chica de la misma estatura que yo, cabello castaño y unos hermosos ojos verdes.

- Disculpame, iba caminando distraída y no te ví- le dije

- Descuida, yo también ando un poco distraída ultimamente. Puedo notar que por tu acento no sos de Francia.- respondió.

- Tener razón- reí- soy de Londres. Me vine acá a estudiar con mi amigo.

- Eso es genial, yo nací acá y viví toda mi vida acá, me encantaría poder hacer un intercambio e ir a conocer otras partes del mundo.

- Quizás algún día, bueno se me hace tarde, justo estaba llenado a conocer la pista de patinaje acá cerca y escuché que cierra en dos horas así que mejor me apuro.

- Ah si yo fui el mes pasado, es enorme. Bueno no te robo más tu tiempo. Pero creo que deberíamos quedar para vernos otro día y conocernos más ¿ te parece?

- Claro, dame tu número, y después arreglamos. Por cierto soy Sam, un placer.

- Emma encanta- me estrecho su mano.

Intercambiamos números, se despidió y seguí mi camino a la pista.

Al llegar lo primero que noté era su gran tamaño. Nunca había visto nada igual y eso que yo había visitado muchas pistas de hielo. Dejé mis cosas en un perchero y me puse los patines. Al entrar sentí el hielo bajo mis pies, hace tanto que no sentía esto.

Mientras patinaba pude notar un señor haciendo unas piruetas espectaculares. Después de observarlo un rato noté que era el señor de la peluquería, el que me aconsejó que le tiña de rosa el pelo a Harry, si mal no recuerdo Antuan creo que se llamaba.

Me acerqué dispuesta a saludarlo, pero noté que en el barandal estaba Harry observandolo con mala cara. Se ve que no sabía patinar. ¿ Qué estaba haciendo aquí? No creo que el patinaje sea lo suyo.

Me acerqué hacia ellos, y Antuan me vio. Patinó velozmente hacia mí y me saludó.

- San  ¿ que haces aquí, ? ¿Tambien viniste a patinar?

- Si, había oído sobre esta pista y tenía que venir personalmente a conocerla. Veo que usted es un esperto en patinaje, sus volteretas son increíbles.¿ Viene seguido acá?

- No tanto , vinimos para pasar el rato.

- ¿ Vinimos?- pregunté confundida.

- Oh si, vine con mi sobrino. El estaba aburrido en mi casa y lo traje para despejarlo un poco.Mira aya está- señaló a Harry que nos miraba con cara de pocos amigos.- Ven Sam vayamos con él.

Asentí y lo seguí.- Así que usted es tío de Harry Styles, el chico que me molesta con su presencia.

- Si ese mismo, el que yo sin saber quien era te dije que le tiñas el pelo de rosa, te digo algo aunque sea mi sobrino me alegra que lo hallas hecho, se lo merecía. Además ese color le quedaba espectacular.

Llegamos al lado de Harry y este me fulminaba con la miraba, supongo que seguirá enojado por la cachetada del otro día.

- Bueno chicos los dejo solos, yo me voy a dar una vueltas mas- dijo Antuan.

Se fue, dejándonos solos.-Hola, Harry, veo que recuperaste tu color. Que lastima el rosa te quedaba hermoso.- me burle.

- Así que te crees muy graciosa. Y por cierto la tinta que usaste era temporal si no te dista cuenta, te hubieras esforzado un poco más si querías cobrar venganza.

- No yo pienso que con ello fué suficientes, Eh oído que ninguna chica te miró en la fiesta. Además ni hablar de la cachetada que recibiste. Nose vos, pero yo creo que cobré bien mi venganza pequeño Harry.

- No me llames así, esta bien debo reconocer que tu venganza fue buena pero eso no quiere decir que esto va a quedar así, nadie se burla del gran Styles.

- ¿ El gran Styles? ¿ Así te denominaste a vos mismo? ¿ No se te ocurrió un mejor nombre como míster rosita o el capitán arco iris?

- Mirá como me río, eres patética.

- Mira quien habla el que viene a patinar pero no se aleja del barandal. Apuesto a que no puedes ni siquiera avanzar sin caerte.- me Burlé

- No me desafies, porque no sabes de lo que soy capaz.

- Bueno, entonces si eres tan valiente demuestrame que me equivoco, vamos soltá el barandal y acercate a mi.

- Esta bien- se soltó del barandal y comenzó a avanzar hacia mi. Su piernas flaqueaban, se acercó a mi perdiendo el equilibrio, para no caerse se sostuvo de mi cintura pero no fue suficiente y caímos al suelo quedando yo arriba de el.

- Eres un inutil, ves te no puedes ni siquiera mantener en equilibrio.

- Perdón ,yo no quería...- dijo y pude notar un destello de verguenza en sus ojos-Perdón- se disculpó de nuevo tratándose de levantar pero se resbaló y caímos de nuevo.

Nuestros rostros quedaron muy cerca. Me sentía rara en este momento. Mis ojos se perdían en los suyos y a el lo notaba nervioso.

- Sam yo...-dijo muy cerca de mis labios.

- Harry no te preocupes ya pasó, encerio está todo bien- dije levantandome.

- Eh bueno, yo me tengo que ir, mi tío me llama .Adiós Sam. - dijo alejandose, dejadome confundida por su actitud.

Una casualidad explosiva [H.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora