Regalo de aniversario

33 5 2
                                    

- Creo que deberíamos entrar acá- murmuró Harry, señalando una joyería muy grande.

Después de haber caminado por las calles de Paris durante media hora sin ver una tonta joyería mi paciencia se estaba acabando y con ella la oportunidad de comprar un regalo para Antuan. El día se estaba acabando y los negocios estaban por cerrar.

Mirè la joyería de la que Harry hablaba y Sonreí ante el golpe de suerte que tuvimos.

- Entremos entonces. Sera mejor que encontremos algo sino tú tío se va a desilusionar.

Harry dejó escapar una risilla y me indicó que entráramos.

Su presencia no era tan mala. Durante todo el camino no hablamos mucho, solo lo únicamente necesario y ninguno de las dos procuro tocar temas que nos hicieran sentir incómodos. Aunque no habláramos entre nosotros, nuestra cercanía era más que suficiente para ponernos incómodos.

Al entrar noté que había muchos estantes llenos de relojes, pulseras, anillos y aretes bien pulidos. Se podían apreciar diamantes por los que en otra época, o incluso ahora, hubieran matado. Y ni hablar de la cantidad de anillos de boda y de compromiso que había.

Para muchas personas estos objetos podría ser su meta en la vida. Pero para mi y muchos otros eran solo cosas materiales, reemplazables y desechables. Aunque costaran millones nunca arriesgaría nada por uno de esos.

Miré alrededor en busca de alguien que nos ayude y me alegré al descubrir que una mujer un poco regordeta y bien vestida se estaba aproximando a nosotros con una sonrisa de oreja a oreja en su cara.

- Hola, jóvenes estoy a su servicio. Diganme que andan buscando. -dijo la señora. Esperó un poco a que yo contestara pero al dedicarnos una mirada a Harry y a mi sonrió de complicidad.

- Ya se lo que buscan. Deben estar aquí para elegir las sortijas de boda. Amo ese tipo de clientes.- respondió con una sonrisa que podía contagiar a cualquiera.

Su respuesta me dejó helada. Ella pensaba que Harry y yo estábamos comprometidos. Me entristeció pensar que eso nunca podría ser posible.

Mire a Harry esperando que diga algo y su mirada transmitía lo mismo que yo sentía. Se lo notaba nervioso. Voltee a mirar a la mujer y suspiré

-No somos pareja- respondí deseando que esa maldita oración fuera una mentira.

La vendedora nos miro muy apenados.- Disculpenmé, es que hace tan linda pareja que creí que venían por unos anillos de bodas. Entonces ¿en qué puedo ayudarlos?

- Necesitamos un regalo para un aniversario- Murmuró Harry tratando de cambiar de tema.

- ¿Y tiene una idea en mente sobre que pueden regalarle?- preguntó intrigada.

- Si, he estado pensando en una pulsera y tal ves un unos aretes que hagan juego.

- Tengo justo lo que necesitan- respondió la mujer- Vengan, siganme por aquí.

Nos llevó hasta un mostrador donde estaban lleno de pulseras y a ritos d todo los tamaños. Tomó uno que se encontraba justo abajo de mano y lo sacó.

- Creo que es perfecto para un regalo -comentó.

Sonreí en complicidad. Se trataba de un conjunto de una cadena de oro con un lindo dije de una flor con diamantes rosados y dos aretes que hacían juego.

Harry miro atentamente la joyería.- Creo que le va a encantar a Antuan- soltó una risa. Al observar de nuevo el dije comprendí porque se reía Harry. Eran rosados, y Antuan es fan del rosado.

- Creo que es perfecto- comenté- A los dos les va a encantar.

- Bueno, entonces lo llevamos- finalizó Harry.

La vendedora nos guió a la caja registradora y nos cobraron. Mientras esperábamos que nos envolvieran el regalo. Me entretuve observando todas y cada una de las joyas ubicadas en los estantes. Eran hermosas. Me habían gustado muchas, pero la respiración se me corto al ver una que hizo sonriera de la alegría.

La vendedora que estaba cerca nuestro lo notó, porque me saco la joya e insistió en que me la probara. Era hermosa de solo verla. Se trataba de una delicada pulsera con un corazón que tenía grabada mi inicial en ella y un montón de florcitas al rededor.

Harry al verme sonreír de felicidad me dedico na hermosa sonrisa. - Veo que te gusta mucho- se burló.

- Eh, no te burles de una mujer enamorada de una joya. Una nunca sabe que es capas de hacer.

Mire la pulsera con nostalgia y me la saque para devolvérsela a la vendedora, al ver que ya habían vuelto con nuestra compra bien envuelta.

Me entristeció mucho dejarla ahí, pero en este momento no tenia dinero para pagarla. Podía pedirle a mi familia la parte del dinero que me correspondía pero era demasiado orgullosa para hacerlo. Debía olvidarme de ella. Después de todo era algo material.

Al salir de la tienda, le dí a Harry la bolsa para que después se la llevara Antuan. El se encontraba mirándome como si no supiera que decir. Me estaba por ir caminando de vuelta a casa pero su brazo me detuvo.

- ¿ A donde vas?- prestó intrigado.

- A mi casa, esta por caer a noche y tengo que llegar antes de que anochesca. -murmure.

- Pero es peligroso que te vayas sola a estas horas. Ven dejame acompañarte- se ofreció.

No iba a insistir en negarme porque sabia que el no iba a acceder, así que me limite a dedicarle una sonrisa de agradecimiento y comenze a caminar rumbo a mi casa.

En menos de lo que canta un gallo ya nos encontrábamos en la puerta de mi humilde hogar. Eso significaba que era hora de despedirnos, y parecía que ninguno de los dos estaba listo para hacerlo.

Harry se quedo esperando expectante a mi próximo movimiento.

- ¿Quieres pasar?- ofrecí cortésmente. Mas por un gesto de gratitud que porque quisiera.

Hoy había tenido suficiente con el a mi lado. Un sin fin de sentimientos encontrados se aparecieron durante el día y me sentía cansada de esperar como seguirá esto.

El pareció vacilar por un momento, pero débilmente aceptó mi invitación.

Cerré la puerta tras su paso y dejé todo sobre la mesa. Observé la casa, controlando que esté medianamente presentable y no allá nada raro por ahí.

Las llaves de Niall no estaban, así que supuse que se había ido.

- ¿Quieres algo para tomar?- le pregunté. El negó con la cabeza y se sentó en el sillón.

Imité su acción y mire para todos lados esperando que pase algo que nos saque de este silencio incomodo.

- Así que escuché que terminaste con Aless- comentó de repenté.

Mis ojos se abrieron como dos platos. Ese era uno de los momentos que tenía cuando aceite pasar la tarde con él.

Él había descubierto que yo había terminado con Aless, la persona por la cual me alejé de él, para seguir mi vida. Ahora que lo sabía me preguntaba que opinaba al respecto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 02, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una casualidad explosiva [H.S.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora