COFFLOVE [YugKook]

❀ 09 ↬ Cachorro extraviado ❀

—Cariño ¿Estás bien?

YuGyeom asintió sin moverse de su cama. Hye cerró la puerta y se sentó al lado de su sobrino, dejándole una suave caricia en el cabello, tratando de calmarlo con su aroma, pero al parecer no estaba funcionando demasiado, el cuarto apestaba a tristeza y el alfa no dejaba de llorar silenciosamente.

—¿Ma-mamá está muy enojada conmigo? —preguntó con la voz algo rota por haber llorado.

—No, tesoro, creo que está enojada consigo misma —explicó, estirando su mano para acariciar una de las húmedas mejillas del alfa —No llores, Gyeommie.

—L-lo siento, en serio no quiero llorar, pero mi celo llega en unos días y creo que estoy sensible —YuGyeom se giró en su lugar y dejó que la mujer que bordeaba los cincuenta limpiara sus lágrimas —¿Me veo muy feo llorando?

—Un poco, así que deja de llorar —el muchacho soltó una pequeña risa —¿Quieres hablar?

—No lo sé —suspiró —Hay muchas cosas que no sé, tía y es confuso, no es una queja pero a veces es difícil no conocer a ningún alfa, no sabes lo vergonzoso que es que mi cuerpo cambie y no tener a alguien que me guíe.

—Lo sé, tesoro, lo sé.

—Mamá y tú siempre han estado para mí, de hecho todos saben que soy muy unido a ustedes, pero últimamente me cuesta mucho hablar con mamá, siempre está enojada —la mujer asintió comprensiva y YuGyeom prosiguió —¿Sabes? Por eso me gusta tanto JungKook, porque he aprendido muchas cosas con él aunque no nos conocemos hace tanto tiempo, es un omega muy valiente e inteligente.

—Dile que venga a almorzar el otro viernes, tu madre trabaja hasta tarde y si ella no quiere conocerlo, es su problema, yo sí quiero conocer al omega de mi feo sobrino.

—Tía, tampoco soy tan feo.

—Tienes razón, hay peores.

El joven alfa comenzó a reír y la mujer lo acurrucó entre sus brazos.

—Gracias, tía Hye.

—De nada, niñito de mamá, ahora lávate el rostro y termina tus deberes ¿Quieres?

—Está bien.

—¿Sabes? Deberías marcarle a tu primo JaeBum, quizás conversar con él te haría bien, a fin de cuentas incluso tiene cachorros.

—Esa es una excelente idea, le voy a marcar.

—Avísame si vas a salir con él, tesoro.

Hye cerró la puerta del cuarto de su sobrino y suspiró, aún no podía creer que ese muchacho al que había cambiado pañales estaba tan grande.

JungKook estaba estirado de espalda sobre la barra de la cafetería aunque SeokJin le pidiera que no hiciera eso, miraba el ventilador girar y rogaba al cielo porque las horas pasaran más rápido, estaba demasiado aburrido.