Prólogo

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Mediados de 2021

Estaba en la oficina, como mi mayor parte del tiempo. El trabajo estaba a todo lo que daba y todo porque en pocos días sería el lanzamiento sel libro más esperado de la Editorial. Mi teléfono me indicó la hora, 8:30 de la noche, el tiempo había pasado demasiado rápido y no esperé un segundo más ya que debía irme lo más rápido posible hasta la casa. Esta noche, saldría con mi novio Samuel, un chico... algo raro. Pero simpático. Hace una semana que habíamos quedado en que esta noche sería solo para nosotros y por 30 minutos tarde podría echarlo todo a perder.
  
Cuando llegué a la casa a toda velocidad, me cambié de ropa por algo más normal, algo más accesible para salir a donde fuera el lugar. Un vestido nada llamativo, nada provocativo, nada elegante, nada... nada más que un vestido, totalmente sabía que en el momento que Samuel me viera solo diría, estás bien. Y es que. No llevamos esta relación en quien se viste bien y quien mal. Me ha hecho saber que le gusto sea cual sea mi ropa o hasta sin maquillaje. Somos 2 personas normales en un mundo, anormal. Bueno solo un poco. Somos raros juntos y creo que por eso estamos juntos.

No somos de pelearnos, pero si existe alguna discusión, es pequeña y es por el tema de nuestros trabajos precisamente. El, es un hombre ocupado y yo poco tiempo tengo de andar de fiestas y celebraciones. Y las pocas que tengo no son con él a solas. No somos de coincidir en todo siempre siempre. Creo que por ello somos una pareja "estable" la mejor definición dicha por muchas personas que he conocido a lo largo de mi vida.

Al escuchar el claxon de su coche. Salí encontrandolo viendo su reloj de su muñeca derecha. ¡Uy! Señal de que me retrasé

— Déjame adivinar? La Editorial

— Mil perdones. Estoy terminando todo para el lanzamiento del libro. Entonces no me mates porfa

Lo hice sonreír. Amaba hacer eso, Samuel no era un hombre que lo hiciera mucho. Pero cuando lo hacía me encantaba porque estaba provocando yo esa hermosa sonrisa. Creo que justo eso, fue lo que me cautivó de él. La gente hablaba mucho, recuerdo, hace unos 10 años cuando estábamos saliendo. Decían cosas muy fuertes de él. Cosas raras, la verdad yo siempre prefería conocerlo yo misma hasta que se me declaró justamente en un restaurante de una fiesta con una cerveza en mano

— Que hacemos en un bar Sam?

Solamente guiñó un ojo, ambos salimos dejando su coche en manos de uno de los trabajadores de este lugar que se encargaría de aparcarlo, tomé su brazo y caminamos juntos hasta lo que sería un bar, algo exótico obviamente. Es raro. No salíamos a estos lugares hace mucho tiempo y cuando lo hacíamos no salíamos solos.

— Esto es una locura — por el alto de la música me tocó gritar—

— Mira que quería sorprenderte —dijo en mi oído—

— Si, lo has hecho —puse cara de exageración y lo escuché reír— Solo por tu risa te la dejo pasar

— Anda linda. Bailamos?

No era buena idea. ¿De qué se trataba esto? No era de salir a lugares tan así puesto a que siempre me reconocían y me sacaban una entrevista de imprevisto. Y más en ese momento, que estaba por terminar todo el rollo del libro del que ya todos hablan y aún nadie ha leído

— Perdóname no sabía que mi invitación era desagradable

— No. No te preocupes

Me sentí mal por ese pequeño desaire. O como se le llame. Estaba dándole a entender que efectivamente su idea fue la peor de todas. Pero si, es que este lugar parecía una locura. Mucha gente bailando, parejas casi al comerse en medio de los demás, la música muy sugerente. El ambiente si era algo raro, distinto a él y a mi.

— Samuel no fue la mejor de las ideas pero sabes que te quiero —besé sus labios—

Creo que es la mejor manera de convencerle que todo entre ambos estaba bien. Y él me entendía a la perfección. Pasamos a la barra, y vaya sorpresa que me llevé mi hermano estaba justo en este lugar. Acompañado de 3 hombres los cuales no conocía... no recordaba.

— Son los hijos de los socios de papá, los Mijares

Los Mijares, recuerdo que son tres hermanos hombres y una mujer. Dicha mujer cuando éramos más niñas era mi amiga. Luego crecimos e hicimos nuestras vidas.

— Luis —me recordó y besó mi mejilla sonriente— Has cambiado chica

— Tu eres Jorge no? —negó creo que el más guapo de los 3 con su cabeza y una copa de vino tinto en la mano—  Ah no? Tienes cara de Jorge fíjate

— Venga ya Lucero, soy Manuel tu novio —sus hermanos y el mío rieron—

Yo, personalmente. Me quise morir. Que me iba a recordar yo que mi "novio" como decía mi mamá y su mamá hace años fuera este hombre tan....hombre. Pero no me quise morir por verlo, sino por lo que dijo. Enfrente de mi novio

— Perdón no te recordaba. Él es Samuel —tomé su mano— Mi verdadero NOVIO

— Que quede claro —dijo en tono de burla, pero sé que fué muy serio—

Sin embargo Manuel nunca iba cambiar el sentido del humor que siempre recordé de él. Aveces solía no tomar las cosas con la seriedad que le corresponde.

A decir verdad. No tenía idea de quien era este Manuel. Hace más de 12 años que no sabía de él, que tenía como 18 años pero está distinto.  A fin de cuentas esto se estaba poniendo cada vez peor. Porque de alguna manera me gustó ver lo guapo que estaba y ese era el problema estaba con mi novio de verdad y ya no tenía 13 años donde me daba asco hasta que mis padres me dijeran que me tenía que hacer su novia si quería ser una escritora profesional.

Poco después supe que era pura labia. Soy escritora profesional. Y de Manuel Mijares y de todos los Mijares no supe más hasta el día de hoy. Después de verlo irse llevándose borracho a su hermano, Samuel y yo volvimos a la casa. Nuestro tema de conversación estaba siendo muy distinto a lo que eran nuestras pláticas normales. Se estaba cercando una discusión.

— Entonces ya no me quieres? —me muerdo el labio inferior con tristeza—

— Eso —toca mis hombros— Lo voy a hacer siempre.

—Aún así me estás insinuando que quieres terminar conmigo. Pensé que estaríamos juntos siempre. —confesé—

— Lo siento Lu. Pero sabes que eso ya es algo inevitable.

— Eres el amor de... eres mi novio vale? Mínimo explícame que sucede. Porqué esa repentina decisión. Han sido tantos años y...

— No es una repentina decisión. —me interrumpió— Lucero lo vengo pensando hace un tiempo, te puedo hacer daño —abrí exageradamente mis ojos— Te quiero mucho como para eso. Pero los comentarios de los demás. No estuvieron tan alejados de la verdad

Valla... que sinceridad. La única verdad era que mi vida perfecta estaba a punto de desmoronarse, no solo por este rompimiento. Es que cuando algo malo ocurre todo lo que llega por ley.

Es pura mala suerte.

Gente está es una nueva historia que espero de todo corazón que les guste y la disfruten ♡♡♡♡

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