Lucero:
Cuando se hizo la hora en la que Manuel ya debería de haber llegado efectivamente la puerta es tocada. Me dirijo a ella y no puedo evitar reírme.
— Manuel que son esas bolsas?
— La comida. —niego con mi cabeza riendo— Orale Lucerito se me va a caer todo esto
— Ok. — Agarro alguna de las bolsas— Vente
Entramos juntos a la casa y nos dirigimos al comedor donde dejamos todo encima de la mesa
— Gracias por aceptar
— A ti por invitarme —nos miramos y ya en mi interior comienzo a sentirme rara—
<No Lucero, ahora no porfavo>
Me digo mentalmente en forma de súplica no quiero que todo salga mal. Cuando estoy con sensaciones raras tiendo a cometer errores y hacer el ridículo muy seguido.
— Primero que todo. Estás guapa
— No te quedas atrás. —me sonríe—
— Primero vamos a cenar te parece —acepto con un asentimiento de cabeza— traje tacos
— Noooo Enserio? —si que me sorprendió—
— Claro, a ver desde cuando no comes?
— Uff hace mucho
— Yo tampoco. Por eso los compré. — reimos a la vez— Me dijeron que están buenísimos
— Tengo unas botellas de vino, busco una?
— Si claro voy poniendo la mesa
— Esta bueno
Voy y regreso con la botella y dos copas. Las coloco y ya Manuel había acomodado todo.
— Listo Uyyy esos tacos se ven buenísimos —me atrevo a decir al verlos—
— Deben de saber igual. —me abre la silla y tomo asiento— Buen provecho Lucerina
— Buen provecho Manuel —doy la primera mordida y cierro mis ojos ante el sabor— Esto está buenísimo
— La neta, no hay mejor comida que unos buenos tacos
— Tienes toda la razón
Comenzamos a comer entre risas de sus chistes sin sentido y brindar con el vino. Para luego de unos minutos, dejar las cosas en el fregadero e ir a la sala.
— Ahora que ya tenemos la panza llena, y que te veo sonriente. Déjame preguntar cuál era el motivo de la llamada al mediodía?
Claro, el verdadero motivo de este encuentro. Increíblemente hasta lo olvidé. Tan bien la estaba pasando que el tema del trabajo por primera vez estaba en segundo plano y todo nuevamente gracias a Manuel Mijares
— Ah, sí claro. Bueno. Ayer después de tu irte de aquí recibí una llamada. Cómo sabes hoy era mi fecha de despido de la Editorial. —el asiente atento sentado ya en el sillón frente a mi— Cuando me fui a reunir con Felipe, mi jefe. Me llevé una sorpresa
— Que sorpresa?
Me dijo que fue muy injusto conmigo. —aún sigo sintiendo que eso fue extraño— No entiendo porqué ese cambio pero me sorprendió muchísimo y me dijo que podía estar tranquila, al menos por otro mes sin presiones.
— O sea que no estás despedida?
— No!!! —digo muy emocionada—
Manuel sonriente toma mis manos y hace que nos pongamos de pie
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Mi Inspiración
FanfictionLucero es una escritora más que apasionada por su profesión puedo decir que... moriría sin este trabajo en una editorial que es como su casa. Después de publicar su último libro con un final muy amargo la ficción se cruzó con la realidad una nube ne...