El día había llegado y los nervios en esa rubia eran cada vez más grandes, quería llorar, gritar, saltar, beber, ya no sabía que más hacer para controlarse. Y sus padres solo eran capaces de reírse. Aún no entendían como Lucero estando adaptada a este tipo de cosas aún se comportara como si jamás en la vida hubiese presentado un libro frente a la gente.
Pero a quienes les tocó la ardua tarea de relajar a esa mujer fue a sus amigas que se la llevaron al salón de belleza para que justo en la noche se viera como la mujer hermosa que es. Esa noche era su noche y debía lucir espléndida, claro que todo la tenía nerviosa pero no comprendía porque de ese modo. ¿Algo ocurriría esa noche en especial? Eso estaba raro
—Te ves... —su hermano negó con su cabeza al verla descender del coche justo fuera del estacionamiento del local donde habían muchísimas personas esperando la hora de ella— Te ves preciosísima hermanita
—Gracias Toño —los abrazos de su hermano siempre le transmitían seguridad y esa noche la necesitaba el doble—
La decoración, los libros todo estaba tan perfecto, mucho más de lo que se imaginaba confeccionando este proyecto meses atrás. Miraba por la puerta y se sentía orgullosa de ella, pero un toque de nostalgia albergaba en su mirada
—Que te pasa mi Lucero? —se acercó Itatí tomándola por los hombros— Buscas a Manuel? Sabes que no lo vas a encontrar
—No es eso. Pero si estoy pensando en él. —la mirada de su amiga a ese punto ya era de compasión, a miles de leguas se notaba que aún lo amaba— Manuel me escribió ayer deseandome suerte mira
—Dios!!! Que hermosooooo —esa Itatí solía ser muy sencible y para muestra eran sus ojitos casi iguales que los de Lucero al leer esos mensajes— Me vas a disculpar pero ese hombre te ama
—Parece, pero... han pasado 3 meses desde que se fue a Tokio, el está haciendo su vida, en estos días es su boda no? —su amiga levantó sus hombros— Pues deseo que le vaya bien la verdad.
—Lucero, ya es hora —llegó Chantal dándole un abrazo— suerte
—Te amamos
Salió siendo recibida por los aplausos de todas las personas, habían algunas caras conocidas pero la verdad muchas no. Además, era imposible ver a cada una de las personas en la situación que ahora mismo estaba ella. Enfrente de su gente querida, sus compañeros y demás. Sus nervios estaban a flor de piel y solo deseaba no cometer un error al leer ese "discurso" de la presentación del libro que todos tenían en sus manos hojeando sus páginas con interés y que justamente la portada se mostraba en una pantalla al lado de donde estaba de pie ella frente al micrófono. Así que dejó salir todo el aire que tenía en sus pulmones y dio inicio a todo lo que tenía por decir.
-"Hola, buenas noches a todos, muchas gracias por venir a la presentación de este proyecto que les comentaré un poco sobre lo que es y lo que significa para mi."-
Levantó su vista divisando el lugar encontrando la sonrisa de sus padres y prefirió seguir con lo que había preparado
-"Quiero aclararles que todo lo que aquí está reflejado es la realidad. Cuando apenas estaba pensando que era lo que quería para este libro sinceramente no sabía que escribiría o con que fin lo haría. Lo único que supe desde el primer momento que llegaron las letras a una pequeña libreta es que lo que comencé escribiendo supuestamente eran cosas sin sentidos. Nunca me había pasado algo tan extraño antes. Pero en poco tiempo después si supe el verdadero fin con que esas letras estaban escritas. Con el que todas las personas que leyeran esto llegaran a darse cuenta de que siempre hay una salida ante cualquier problema. Que nada es para siempre."-
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Mi Inspiración
FanfictionLucero es una escritora más que apasionada por su profesión puedo decir que... moriría sin este trabajo en una editorial que es como su casa. Después de publicar su último libro con un final muy amargo la ficción se cruzó con la realidad una nube ne...